Berenguer no era un error para el Athletic
El extremo, procedente del Torino, se reivindica tras las críticas de los primeros meses y es el pichichi rojiblanco en Liga
Hace mes y medio, los futboleros bilbaínos más leídos, aficionados a la historia, se empezaron a acordar de un artículo escrito por José Ortega y Gasset en el diario El Sol, el 15 de noviembre de 1930, y no por su contenido político, que fue el germen de la II República, sino por su título: ‘El error Berenguer’.
El protagonista de aquel texto era entonces presidente del Gobierno, pero coincidía en el apellido con un futbolista de 25 años que este curso llegó al Athletic con la temporada comenzada, procedente del Torino, y por el que se pagaron 10 millones además de pactar varias primas por objetivos.
Los primeros pasos del extremo navarro en San Mamés no fueron demasiado afortunados, así que un futbolista que el Athletic pretendía desde hace un lustro se había convertido en un bulto sospechoso. Sin embargo, casi todos los que entonces pensaron que el club bilbaíno había cometido su particular “error Berenguer”, observan ahora gustosos cómo el Athletic tendrá que pagar esos incentivos porque con el jugador navarro el equipo de Marcelino ha llegado a dos finales (Supercopa y Copa) y ha ganado la primera. Y todo ello con la inestimable aportación del futbolista criado en la cantera de Osasuna, que debutó en el equipo navarro en la 2016-17 y después fue traspasado al Torino con una cláusula anti- Athletic, según la cual la entidad vasca debía pagar 1,5 millones a Osasuna si acababa fichando por los bilbaínos. Después de tres temporadas en el calcio, y tras comenzar como titular en el equipo turinés, el Athletic consiguió su traspaso (con esa compensación para Osasuna).
Osasuna incluyó una cláusula para recibir 1,5 millones por su traspaso
Debutó en la derrota de Mendizorroza (1-0) y, aunque marcó su primer gol en la siguiente jornada ante el Levante (2-0), las críticas hacia su juego no tardaron en llegar. A Berenguer se le consideraba casi un elemento extraño. Tenía pinta de buen regateador, pero parecía poco constante y, a veces, indetectable por sus compañeros. Fue 12 veces titular con Garitano en partidos donde no aportó nada diferente y, cuando llegó Marcelino, desapareció de las alineaciones.
En la Supercopa jugó los últimos 20 minutos contra el Madrid e ingresó en el 80 ante el Barça, lo que le permitió jugar toda la prórroga. Pero su suerte estaba cambiando. En la goleada al Getafe (5-1) anotó un tanto después de 12 jornadas y comenzó a mostrar una faceta desconocida en San Mamés: además de su pericia en la banda, que se le suponía, desplegó una inusitada facilidad para infiltrarse en las zonas sensibles del área. Recuperó la titularidad y lo festejó con goles. Anotó dos en el Carranza (0-4), marcó en la jornada siguiente frente al Villarreal (1-1), y en el crucial choque de semifinales de Copa ante el Levante clasificó a su equipo para la final frente al Barcelona con un disparo desde fuera del área que tropezó en Vukcevic (1-2). Era su séptimo gol de la temporada.
“En Italia siempre tienes un defensa soplándote en la nuca”, explica
Es ahora, con seis, el máximo goleador del Athletic en Liga. Raúl García, con nueve (cuatro de penalti), es quien más ha anotado en el cómputo global de todos los torneos para los rojiblancos. Williams también ha marcado siete goles en total, uno de penalti, pero en 2.354 minutos, por 1.817 del exterior navarro.
Berenguer disfruta de un juego más atacante que en Turín: “El fútbol es diferente allí, más defensivo. Nunca recibes solo el balón, siempre tienes a un defensa soplándote en la nuca, aprendes a jugar al primer toque porque siempre hay varios contrarios rodeándote. En España hay más ritmo de juego, menos mentalidad defensiva”, confesaba recientemente en una entrevista en EL PAÍS.
Berenguer se destapó primero en Cádiz y luego en Valencia con dos grandes actuaciones. En el partido de Copa pudo sumar un tanto más, pero Del Cerro Grande convirtió su gol en penalti. También gozó de otra ocasión más en un remate de cabeza de espaldas que salió fuera por muy poco. El “error Berenguer” que muchos auguraban se está convirtiendo en un acierto.
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