Laia Palau, entre el reto de jugar con 43 años y la Academia

El Uni Girona cayó en las semifinales de la Liga Femenina Endesa ante el Valencia Basket y Laia Palau (Barcelona, 42 años) se marchó de La Fonteta cavilando su gran decisión. La de prolongar su carrera una temporada más y jugar hasta la frontera de los 44 años, o poner punto y seguido y llevar su magisterio a la Academia de formación de niñas y jóvenes que está definiendo el club catalán y que ya lleva su nombre. A la espera de resolver la disyuntiva entre la renovación o la retirada, Palau tanteó su penúltima gesta sobre el parqué, pero su equipo se quedó sin el premio de alcanzar la final a pesar del triunfo (66-73).

Tiempo de pensar con tiento en el futuro. “El club se ha marcado el objetivo de tener una cantera propia y a mí me gusta todo lo relacionado con el baloncesto base. Le han puesto mi nombre porque me voy a ocupar de ello, aunque todavía hay que definir cómo. Pero lo que está claro es que quiero quedarme y seguir trabajando en el mundo del baloncesto”, detalló la capitana del Uni Girona tras el partido. “¿Y todo eso dependerá de la decisión que tome este verano, verdad?”, le preguntaron. “Exactamente”, respondió Palau, con media sonrisa, pero sin soltar prenda.

“Ha sido una temporada muy complicada”, desarrolló en su análisis puramente deportivo, “pero hemos demostrado que somos unas grandes peleonas. Nos ha faltado consistencia, pero damos unos zarpazos que dan miedo”, añadió antes del balance global. “Hemos jugado los cuartos de final de la Euroliga, la final de Copa... y hemos peleado por ganar cosas, el gran pero que se puede poner es caer en estas semifinales. Porque más allá de intentar ganar un título, es importante jugar cada año la Euroliga para seguir siendo un equipo grande”, remató.

El 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, el Valencia Basket sorprendió al Uni Girona en el pabellón de Fontajau (49-61) y abocó al equipo de Laia Palau a remontar 12 puntos de desventaja para poder llevar su vals de la obrera a la final. “La decisión no está tomada. Internamente tengo mis batallas, pero no me lo tomo como mi último partido”, explicó en la víspera la jugadora barcelonesa, aparcando la palabra retirada. “Vengo a entrenar cada día como si no hubiera un mañana, como si tuviera 25 años. Así que, cuando acabe la temporada y todo se haya asentado un poco, ya diremos lo que deba decirse”, contó la capitana del Girona.

En su día, Laia Palau amagó dos veces con la retirada de la selección, pero las prórrogas que se concedió resultaron más apasionantes que la primera parte del partido y de la carrera. “He compartido un proceso vital inédito con mi madre, porque ella se jubiló con 65 y yo iba a hacerlo con 38, a la vez, aunque al final lo aplacé”, confesaba a EL PAÍS en 2018. En la veteranía encontró definitivamente su sitio, haciendo de la resistencia su revolución. Una resistencia que le ha llevado a coleccionar 33 títulos en 25 años de carrera y 12 medallas con la selección (tres oros, tres platas y seis bronces) en 19 campeonatos y 314 internacionalidades que coronó en los Juegos de Tokio.

Falta saber si el de La Fonteta fue el epílogo de su currículo de clubes. Después de una primera parte intensa y equilibrada (34-36), el Uni Girona se lanzó a por la remontada con el impulso de Rebeka Gardner, mvp de la Liga, y Kennedy Burke que, por momentos, interrumpieron la charanga de La Fonteta. Del 53-63 a seis minutos del final, al 56-66 a falta de tres. A solo dos puntos de equilibrar la eliminatoria. Tan cerca y tan lejos. Ahí acabó la semifinal. El Valencia Basket se medirá por el título ante el Perfumerías Avenida (7 veces campeón), que disputará su 16ª final consecutiva. El partido de Laia Palau aún está por resolver.

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