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GOLF
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Jon Rahm, nacido para conquistar

Ha llegado para acabar con el halo romántico que siempre rodeó al padre fundador del golf español, Seve Ballesteros, el mayor genio de la historia del deporte español

Jon Rahm, vestido con la mítica chaqueta verde, levanta el trofeo de campeón del Masters de Augusta, el pasado 9 de abril.
Jon Rahm, vestido con la mítica chaqueta verde, levanta el trofeo de campeón del Masters de Augusta, el pasado 9 de abril.David J. Phillip (AP / LAPRESSE)
Carlos Arribas

Jon Rahm tiene un ego que no cabe ni en todo Bilbao, claman sus críticos, los mismos que le proclaman traidor o hipócrita, pero es ese ego, precisamente, ese deseo absoluto de destacar por encima de todos lo que le ha convertido en el estandarte, la bandera, de la locura calculada de Arabia Saudí en su plan megalómano para convertirse en el imperio del deporte mundial. Y todo eso vale más, para él y para medir su importancia en la bolsa de valores del deporte mundial, en su pináculo, que el peso económico de los 500 millones de euros que percibirá por su defección del viejo PGA Tour.

Solo a un jugador en su apogeo se le ha ofrecido tal cantidad. A Woods, se le ofreció más. Pero ya no es un jugador. Es un símbolo. Rahm es único.

Ningún deportista español pudo llegar tan lejos, tan alto, the one and only alrededor del que el mundo gira. Ni siquiera Rafa Nadal, de inigualable palmarés y fama universal, pero siempre uno más en la santísima trinidad del tenis con Federer y Djokovic, ni siquiera el Fernando Alonso de sus mejores años o Pau Gasol.

Esto no va de fama, de popularidad, de arrastrar a la afición. Va del nuevo orden deportivo mundial. Para sentarse en la mesa del príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, y solicitarle parte de su beneficencia, hacen cola Cristiano Ronaldo o el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y hasta el presidente del COI y dueño de los cinco anillos de los Juegos Olímpicos, Thomas Bach. En esa mesa ya se sienta un deportista español.

Nadie duda de que si Rahm ha cruzado la frontera hacia el Circuito LIV, la PGA se queda sin arsenal para defender su territorio y se verá obligada a pactar, por fin, con los patrones saudís, dueños del universo, y de sus monarcas deportivos. Tanta importancia ha adquirido el golfista de Barrika (Bizkaia) en la estrategia de la geopolítica global del deporte.

Rahm, 29 años, dos grandes, un Masters y un Open de Estados Unidos, varias victorias más en el circuito y en la Ryder Cup, y un carisma que ni Rory McIlroy, el otro macho alfa del golf mundial, puede igualar, es una rareza en el deporte español. Ha llegado para acabar con el halo romántico que siempre rodeó al padre fundador del golf español, Seve Ballesteros, el mayor genio de la historia del deporte español, un personaje cuyo peso en la evolución de su deporte, en su revolución, nadie, ni Tiger Woods o Jack Nicklaus, llegaron a igualar, un ser único, soberbio y humilde, con más alma de artista que ombligo de aspirante a dominar el mundo, más propenso a meterse en batallas perdidas de antemano que a subirse calculadoramente en el carro del seguro ganador. Su heredero, José María Olazabal, era feliz cuando jugaba sin publicidad en su gorra o en su niki como si el peso de las pegatinas y los anuncios fuera insoportable. Rahm siempre fue otra cosa, un líder de la generación Z, los que no temen perder sino no ganar, que salió de su casa de chaval y sin saber inglés para hacerse grande en la Universidad de Phoenix, y allí, quizás, descubrió, cabezota y convencido, que había nacido para conquistar.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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