Momento Rodrygo
El brasileño se ha erigido como el líder ofensivo del equipo, siendo determinante en los últimos metros y demostrando la versatilidad que siempre le ha caracterizado. Un líder silencioso que quiere hacerse un nombre entre los importantes.
Hay oportunidades que te llegan por desgracia ajena. Esas también hay que saber aprovecharlas. Subirse al tren en marcha antes que otro se te cuele. Sin Vinicius, la oportunidad de ser decisivo le ha llegado a Rodrygo Goes. Y la está sabiendo aprovechar. Ha marcado 5 goles en los últimos 3 partidos, y, para tranquilidad de muchos, ha recuperado el olfato goleador que se le había atascado esta temporada. Once partidos sin marcar son suficientes para hacer saltar las alarmas en la casa blanca. Pero el fútbol, subirse a la ola buena es tan fácil, o tan difícil, según se mire, como afinar la puntería y mejorar la estadística que es injustamente la que manda. A partir de ahí, todo empieza a rodar. En la pasada jornada ante el Cádiz no tenía que jugar y acabó siendo el MVP del partido participando en los tres tantos del conjunto blanco. Y lo hizo con molestias en una rodilla y dolor en un diente, todo hay que decirlo. Fue la confirmación de que el brasileño está de moda.
A Rodrygo le ha tocado ser casi todo en el Madrid, más por necesidad que por convicción. Las circunstancias han llevado a un extremo a ser el 9 del conjunto blanco y se ha adaptado siempre a cualquier rol. Presto a las necesidades de Ancelotti que es como un padre para él. Tiene que serlo, porque como todo hijo siempre querrá más, no se va a conformar. Tampoco el italiano que ha sabido sacar lo mejor de él, incluso en los peores momentos. Ha sido su principal defensor y el que más ha creído en su fútbol.
Ahora, el futbolista le está devolviendo la confianza. Ha sido el chico para todo, casi siempre sin rechistar, pero siempre a la sombra de otros. No siempre por posición sino por relevancia. A la sombra de Karim Benzema, a la sombra de Vinicius Jr., también le tocó ser la alternativa a Fede Valverde cuando el técnico italiano tenía que decidir por un sistema más precavido o uno más ofensivo, y, por último, a la sombra de Jude Bellingham por su irrupción. Ha conseguido ser protagonista incluso desde un segundo plano. El suplente perfecto, el revulsivo que necesita el equipo, el de las remontadas, el actor de reparto.
Seguramente no tenga el cartel de otros brasileños. Muchas veces se le ha acusado de falta de carácter, de ser demasiado frío, carente de la samba brasileña que se le reconoce a cualquier jugador de la canarinha. Por su cara de no haber roto un plato y su temple, ha tenido y tiene un perfil bajo que le ha mantenido en una posición discreta.
Por edad, 22 años, se le presupone otro papel en un club como el Real Madrid. Pero por facultades siempre se le ha pedido más. No, se le ha exigido más. Más goles, más regates, más espectáculo… achacándole incluso el apodo de fallón, igual que se hizo con Vini al principio. Ahora es otro, se ha erigido como el líder ofensivo del equipo, siendo determinante en los últimos metros y demostrando la versatilidad que siempre le ha caracterizado. Un líder silencioso que quiere hacerse un nombre entre los importantes en Chamartín.
El Rodrygo más decisivo coincide con la ausencia de otro brasileño, Vinicius. ¿Qué pasará cuando vuelva de su lesión? Veremos. Si el clic que ha hecho es definitivo lo dirán los partidos y la continuidad que pueda tener cuando estén todos sanos. De momento, el Madrid vive el momento Rodrygo, su mejor momento de la temporada justo antes de recibir al Nápoles esta noche en el Bernabéu.
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