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Callaghan y Wilson atacan a los izquierdistas "infiltrados" en el laborismo

El ex primer ministro Wilson ha atacado a los izquierdas que se han infiltrado en el Partido Laborista y ha propuesto un plan para acabar con lo que él considera una amenaza a las esencias democráticas del laborismo.

En el mismo sentido de condena de «los infiltrados» se ha manifestado el primer ministro, Callaghan. Los dos asocian a los que intentan aprovecharse de la maquinaria laborista para implantar una política de extrema izquierda en el partido con organizaciones extremistas de carácter trostkista, que por sí mismas no tendrían representación parlamentaria.Ambos políticos aseguran que hay un plan trostkista para tomar posiciones claves en el seno del partido, reducir el número de diputados moderados y consolidar las posiciones de la izquierda en los ambientes parlamentarios. Esto se consigue, dice Wilson, enviando a distintas regiones a activistas que se unen a los partidos locales, los controlan y los obligan a deshacerse de los miembros del Parlamento que habían sido elegidos en consultas electorales anteriores. Para evitar esta situación, sugiere el ex líder laborista, lo que hay que hacer es impedir el acceso de estos activistas a los comités de selección de diputados, reformando el sistema que rige actualmente en el Partido Laborista.

Al plan de Wilson se ha unido Callaghan, que aludió en un discurso pronunciado durante el último fin de semana al carácter «fascista» de los slogans usados por los que él considera infiltrados. Para Callaghan, lo que algunos manifestantes laboristas de izquierdas gritan ahora en las concentraciones, no es socialismo, sino fascismo. El líder aludió específicamente a esta frase: ¿Qué queremos? Todo. ¿Cuándo lo queremos? Ahora. Hay demasiada gente de estas característica infiltradas en el partido. Vamos a echarlos, dijo a su vez el primer ministro.

Se acentúan las diferencias

Las diferencias entre los sectores moderados del laborismo y el ala izquierda que opera en el país se han acentuado en las últimas semanas, luego que tres comités electorales locales decidieron pedir a sus representantes parlamentarios que abandonen sus escaños en las elecciones próximas, porque su política en los Comunes no se asocia con las posiciones radicales que los comités ejecutivos locales consideran propias del laborismo. Otro motivo de los ataques que sufre estos días la llamada izquierda infiltrada del laborismo es la confirmación, por parte del Ejecutivo Nacional (NEC) de un empleado del partido que se confiesa trostkista y que ha sido elegido por el NEC para dirigir a los jóvenes laboristas de todo el Reino Unido.

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