"Vamos a replantear el papel de las Cámaras de Comercio"

Bajo la presidencia del rey Juan Carlos I y con asistencia de varios miembros del Gobierno, se inaugura hoy en el Palacio Nacional de Exposiciones y Congresos la X Asamblea General de las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España. Unos ochocientos representantes van a debatir en dos jornadas de trabajo el nuevo contorno de las 85 entidades camerales existentes en el país, definir planes de actuación ante la nueva etapa histórica que se abre y plantear ante la opinión pública la imagen de su labor, que desean al servicio del desarrollo económico español. De estos y otros extremos habla para EL PAIS el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio (CSC), José Joaquín Ysasi Ysasmendi.

EL PAIS. ¿Qué circunstancias han aconsejado la organización de la asamblea que hoy se inicia?J. J. Ysasi. En sus noventa años de existencia, las Cámaras han celebrado reuniones a escala nacional sólo en nueve ocasiones y siempre en coincidencia con momentos de trascendencia fundamental para la vida socioeconómica española. La primera de ellas tuvo lugar en Zaragoza, inmediatamente después del desastre colonial del 98, que tantos replanteamientos hubo de significar para España. La última, en 1961, cuando nuestra economía se vio afectada de plano por el abandono del modelo económico autárquico. El Consejo Superior de Cámaras ha considerado que los momentos de produndo y acelerado proceso de transformación que actualmente vivimos necesitaban por nuestra parte un replanteamiento que reafirme, potencie y consolide el papel que las Cámaras han de jugar en el nuevo contexto socioeconómico español.

E. P. ¿Cuáles son los objetivos que persigue la asamblea?

J. J. Y. Derivan del planteamiento general que acabo de hacer. Concretamente, deseamos adaptar la estructura cameral a las nuevas circunstancias; hacer patente la presencia de las Cámaras en la sociedad; reafirmar su carácter de representación, válida y auténtica, de los intereses generales del comercio, la industria y la navegación y, last but not least, hacer una profesión de fe en la libre empresa y en la economía de mercado como instrumentos, a nuestro juicio esenciales, para conseguir una sociedad libre, armónica y dinámica, que asegura la completa realización del ser humano.

E. P. La asamblea coincide con la cuenta atrás de las elecciones generales. ¿Cabe esperar alguna toma de actitud política de las Cámaras ante el proceso electoral?

J. J. Y. En modo alguno. Las Cámaras, como el consejo que las. aglutina, son por sus estatutos y por su ejecutoria entidades apolíticas, que han trabajado por el fomento del comercio y de la economía con absoluta independencia, no ya de partidos, sino incluso de los diversos regímenes políticos que ha habido en España.

E. P. Sin embargo, su decidida defensa de la economía de mercado conlleva la eliminación de algunos sistemas políticos. Los de inspiración socialista, por ejemplo.

J. J. Y. Creo que no. En diversos países de esa Europa occidental a la que nos queremos equiparar coexisten y se complementan socialismo y economía de mercado. Algunos de ellos -República Federal de Alemania, países escandinavos- han conseguido un óptimo desarrollo económico y un envidiable equilibrio social. Pero, insisto, las Cámaras, como tales, permanecen al margen de cualquier tipo de esquema político.

E.P. Hablaba usted de adaptar la estructura cameral a las nuevas circunstancias. Hasta ahora, las Cámaras han tenido una doble vinculación: por un lado, con el Ministerio de Comercio, lo que parece lógico dadas su naturaleza y funciones; pero, por otro, lo que parece resultar más discutible, con el Ministerio de Relaciones Sindicales. ¿Va a revisarse esta segunda vinculación, que no parece encerrar ningún sentido ante la nueva realidad sindical?

J. J. Y. De ello se va a tratar en una de las ponencias que serán debatidas en la asamblea. Creo de que, todas formas la desvinculación a la que alude se realizará de modo automático en vista de lu reciente reglamentación sindical.

E. P. Por último, señor Ysasi, ¿podría explicar cuál es la actitud de las Cámaras ante el movimiento patronal?

J. J. Y. Las Cámaras, por su función, no pueden asumir ningún tipo de representación empresarial, como tampoco sindical. No obstante, la experiencia nos demuestra la existencia de centrales sindicales poderosas, bien organizadas y eficaces, mientras que no se puede decir lo mismo de las patronales. Justamente ahora se dan los primeros pasos para la organización de una gran patronal, a partir de las iniciativas, más o menos aisladas e importantes, que se han dado en los últimos meses. En este sentido, las Cámaras desean la presencia en la vida económica nacional de sindicales y patronales válidas, dialogantes, que eviten los desequilibrios y los cortocircuitos que, por desgracia, se han producido hasta ahora con frecuencia y que, en definitiva, suponen un grave deterioro para el proceso de la producción y la estabilidad en la producción y la estabilidad en el empleo.