Discrepancias entre los terroristas moluqueños
Las autoridades holandesas declararon ayer que existen discrepancias entre el comando surmoluqueño que mantiene a 55 rehenes en un tren estacionado cerca de la ciudad de Assen y el grupo que mantiene a cuatro profesores en una escuela de Smilde. Las autoridades, que no han querido reparar las comunicaciones entre ambos grupos terroristas, comentaron que ya desde hacía algunos días no había comunicación entre ellos, lo que se interpreta como una disensión entre los dos comandos.Por otra parte, veinte personas, dirigidas por el líder pacifista holandés, Evert Huisman, se ofrecieron para ser canjeadas por los rehenes del tren. Sin embargo, las fuerzas de seguridad holandesas detuvieron al grupo antes de que se acercasen al convoy para intentar entablar negociaciones con los secuestradores.
Entretanto, persiste la angustiosa espera del desenlace de los dos actos terroristas, el del tren Rotterdam-Gróningen y la escuela de Smilde, separados entre sí por menos de diez kilómetros, ante la negativa del Gobierno de La Haya de acceder a las condiciones de los secuestradores acerca de la puesta en libertad de veintiún nacionalistas surmoluqueños, involucrados en los actos terroristas de diciembre de 1975.
Al respecto, un portavoz del Ministerio de Justicia declaró que « las peticiones por parte de los secuestradores permanecen igual que en los primeros días y ninguno de los dos lados (Gobierno y terroristas) se han aproximado en absoluto».
En este compás de espera, las reacciones del ciudadano medio holandés no se han hecho esperar, tras las críticas al Gobierno por no prever un nuevo acto terrorista, tras los de 1975, el padre de uno de los niños secuestrados en Smilde, comenta el diario Vrij Nederland, que una vez resuelto el caso, las autoridades debían «meter (a toda la comunidad surmoluqueña) en un barco y enviarlos a su tierra». Por su parte el semanario liberal, Haagse Post crítica asimismo al Gobierno por no haber cumplido su promesa de poner fin a «los ejércitos privados y a los arsenales particulares de armas».
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