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A 16.000 millones de pesetas asciende el pasivo del Banco Leclerc

La opinión pública suiza y los propios clientes del Banco Leclerc et Cie., algunos de cuyos ejecutivos protagonizaron en marzo del año pasado un escándalo de grandes proporciones, pudieron ayer, finalmente, conocer el monto de la estafa, que por tratarse de una de las instituciones clasificadas entre las «pequeñas» del sistema bancario de este país, no deja de adquirir cierta importancia y significar un desprestigio.

Los pasivos ascienden a 395 millones de francos suizos (unos 16.000 millones de pesetas).A las pérdidas que experimentarán los clientes, lo que de por sí constituye un hecho grave en un país como éste; eminentemente bancario, se suma el elemento de que la investigación sobre los manejos ilegales del capital de los clientes, realizado por tres expertos, duró prácticamente un año, como demostración de hasta qué punto llegaron los manejos dolosos de algunos de los ejecutivos del Leclerc et Cie., dos de los cuales se suicidaron al destaparse el escándalo y comenzar las investigaciones.

Los expertos -según ha informado la prensa helvética- se encontraron con, por lo menos, seis sociedades fantasmas ligadas a las finanzas del banco, domiciliadas una de ellas en Vaduz, capital del principado de Liechtenstein, pequeño territorio que se caracteriza por su «liberalidad» en esta materia, y que tiene tantas «sociedades» como número de habitantes. Otras tres sociedades, Biga, SA, Cobie, SA, y Conanc Inc., aparecen domiciliadas en Panamá, y otras tantas, también comprometidas, pero con existencia real, que tienen sus oficinas en Ginebra.

El escándalo del Leclerc et Cie, que antecedió en muy pocos días el año pasado al de la sucursal Chiasso del Credit Suisse (tercer banco en importancia de Suiza), cuyos pasivos, se dijo, en un momento alcanzaron a 2.500 millones de francos, sin que hasta ahora exista claridad al respecto, crearon una fuerte corriente de opinión pública en favor de un mayor control sobre los bancos. Esto hizo surgir un conjunto de medidas de la Comisión Federal de Bancos y de la Banca Nacional Suiza que, según los expertos, «dejaron las cosas en el mismo lugar». Estos días el Partido Socialista ha presentado un proyecto de ley sobre conducta de los bancos de escasas posibilidades de aprobación, pero cuyo debate servirá para poner en primer plano este problema de los bancos, las «cuentas secretas» y otros mecanismos que siempre son origen de controvertidas polémicas en Suiza.

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