Notable disminución de la tasa de natalidad en España

Las tasas de natalidad de nuestro país han registrado una disminución notable en los tres cuartos que llevamos del presente siglo. Mientras que en el año 1900 nacieron 34 niños por cada mil habitantes, en 1975 fueron diecinueve los nacidos por cada mil españoles. A pesar de que a comienzos de siglo España sobrepasaba en muy poco los dieciocho millones de habitantes y en 1975 superaba los 34 millones, el número absoluto de nacidos vivos apenas había variado: 627.848 en 1900 y 669.378 en 1975.

Detrás de todas estas frías estadísticas hechas públicas por el Ministerio de Economía (Instituto Nacional de Estadística) se esconde una imagen muy compleja de temas tan vigentes hoy en España como los desequilibrios de tipo regional en materia social, las condiciones sanitarias y, en definitiva, la evolución que registra la población como resultado conjunto de los nacimientos y defunciones.El trámite burocrático de rellenar los cuestionarios don de se recogen los datos concernientes a los nacimientos, matrimonios y defunciones, proporciona una información de gran interés no sólo para la actuación de la Administración, sino para la mejor información e interacción de todas las fuerzas sociales.

Tanto los nacimientos corno los matrimonios y defunciones son consecuencia de un conjunto de causas de tipo biológico, económico, sanitario y social determinados por el grado de justicia social, la dotación de centros sanitarios en el lugar de residencia, la cultura de la población y múltiples factores sobre los que es posible incluso establecer una actuación política.

Durante el año 1975, último del que se tienen estadísticas oficiales fidedignas, el 51,75% de los nacidos fueron niños y el 48,25% niñas. Este es un hecho que se viene constatando universalmente. Aunque por cada cien niñas han nacido 107 niños, la mayor mortalidad de los varones a lo largo del tiempo reduce a la inversa esta diferencia, de tal manera que si se relacionan los niños menores de quince años con las niñas de la misma edad nos encontramos con que existen 105 niños por cada cien niñas; si se comparan los varones de quince a 64 años con las mujeres de esa edad existen 96 varones por cada cien mujeres y en las personas de 65 y más años esa relación llega a ser de setenta varones por cada cien mujeres.

A la hora de establecer los porcentajes de nacimientos influyen una serie de temas de gran trascendencia humana ligados al mismo hecho de nacer. Ya desde el principio de la vida, e incluso antes, la sociedad ejerce una fuerte discriminación, cuyos efectos pueden arrastrarse a lo largo de los años: atención médica, hijos tenidos fuera del matrimonio, edad de la madre, número de hijos...

Es significativo en todo este baile de cifras el hecho de que de los 637.662 partos normales registrados en España durante 1975 el 17,5% se realizaron con atención sanitaria en el propio domicilio de la madre; el 81,4%, en centros sanitarios; el 0,2%, también con atención sanitaria en otro lugar distinto de los anteriores, y, por último, el 0,9% restante se realizaron sin que existiese asistencia de personal sanitario.

Del total de hijos nacidos durante 1975 de madres de edad entre quince y diecinueve años, un 9,3% lo fueron de madres solteras. Del siguiente tramo de edad, mujeres de veinte a veinticuatro años, un 4,1% de sus hijos tuvieron el mismo caracter. A partir de esa edad desaparece prácticamente el porcentaje de hijos tenidos fuera del matrimonio.

Otros factores que influyen en los nacimientos son la edad de la madre y el número de hijos. Parece que a partir de los 35 años no resulta aconsejable que se produzcan nuevos embarazos. Sin embargo, en 1975 se registraron en España 97.500 nacimientos de madres que superaban esa edad.