Visto para sentencia el nuevo juicio contra Goicoetxea y Apaolaza

Se celebró ayer por la mañana en el Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence la vista de la petición de libertad condicional de los refugiados vascos Mikel Goicoetxea y Martín Apaolaza presentada por sus abogados. La sentencia será dictada el próximo día 16, fecha en que ha de celebrarse el juicio en torno a la solicitud de extradición de ambos refugiados vascos solicitada por el Gobierno español.

El pasado 6 de abril, la misma corte de Aix-en-Provence había visto una petición similar de la Administración española solicitando la extradición de Mikel Goicoetxea y Martín Apaolaza por presunta participación en acciones terroristas. La sentencia, hecha pública días más tarde, consideraba que los cargos que les imputaba a aquéllos el Gobierno español tenían intencionalidad política y, por tanto, dictó su libertad provisional. Cuando aquélla iba a llevarse a efecto llegó ante el mismo tribunal un telegrama del Ministerio de Asuntos Exteriores español, en el que se solicitaba nuevamente la extradición de los dos refugiados vascos por nuevos cargos de participación en acciones terroristas. El dossier enviado posteriormente por la justicia española les considera implicados conjuntamente en tres delitos -dos robos con violencia, en 1978, y hurto de un coche con posterior muerte de dos policías en San Sebastián, en febrero de 1979-. Además se consideraba a Apaolaza presunto autor de la colocación, en febrero de 1978, de una bomba en la central nuclear de Lemóniz, con el balance de dos trabajadores muertos, y a Goicoetxea, de robo con violencia de un coche desde el que se perpetró un atentado contra un jeep de la Policía Armada en el barrio de Bidebieta, en San Sebastián, en el que murieron dos policías.El 18 de abril, los abogados de Goicoetxea y Apaolaza, que siguen internados en la prisión de Beaumettes (Marsella), solicitaron para ambos la libertad condicional, petición que se vio ayer en el juicio celebrado en Aix-en-Provence. La defensa de los abogados se basó sustancialmente en la similitud existente entre los cargos por los que el Gobierno español pide la extradición nuevamente y aquéllos que en el juicio anterior fueron considerados por la justicia francesa como de naturaleza política.

Antes de comenzar el juicio -iniciado a las nueve de la mañana y concluido a las doce aproximadamente-, los abogados de Golcoetxea y Apaolaza hicieron saber que habían sido víctimas del robo de la documentación que tenían preparada para la defensa de los dos refugiados vascos.