Fanfani el más firme candidato a la jefatura del próximo Gobierno italiano
El presidente de la República, Sandro Pertini, tras la renuncia del líder socialista Bettino Craxi a formar Gobierno, lo que ha retrasado quince días la solución de una crisis que en realidad se arrastra desde hace ocho meses, ha decidido, contra todas las previsiones de los observadores políticos, iniciar nuevas consultas antes de nombrar un nuevo encargado, de constituir un Gabinete.Las consultas se desarrollarán durante toda la jornada de hoy, y probablemente, mañana el presidente Pertini se inclinará por un nombre que ayer estaba en boca de todos: el democristiano Amintore Fanfani, presidente del Senado. En ambientes cercanos al palacio del Quirinal, EL PAIS ha podido saber que si las consultas no hacen cambiar de opinión a Pertini, éste piensa pasar el encargo a Fanfani, pero no para formar un Gobierno «institucional» como se preveía, sino político. Es decir, Fanfani sería encargado de formar Gobierno, no como presidente del Senado y, por tanto, como personalidad «por encima de las partes» (un chiste dice que esto es imposible por su baja estatura), sino como un democristiano no demasiado desagradable para los socialistas, ya que en esta crisis ha tenido una actitud más bien posibilista hacia las gestiones de Craxi y es uno de los dirigentes más en contra del ac tual secretario nacional, Zaccagnini, que es quien se ha opuesto tajantemente a Craxi.
Se trataría, pues, de un Gobierno transitorio hasta el congreso de la Democracia Cristiana del próximo otoño. Con Fanfani, dicen algunos observadores, se iría preparando poco a poco el abrazo entre democristianos y socialistas, sobre todo si en el próximo congreso pierde la secretaría nacional el grupo Zaccagnini, que es el que no ha abandonado aún la idea de una colaboración más sólida con los comunistas.
En la reunión de la dirección del Partido Socialista de ayer, que fue muy tensa, la izquierda que dirige Lombardi pidió que en esta nueva fase de la crisis los socialistas se mantengan al margen, que no participen en la discusión de la fórmula de Gobierno, ni del programa y que sólo al final, de acuerdo con las demás fuerzas de la izquierda, aseguren una «abstención técnica» para evitar la ingobernabilidad del país.
De todos modos, el documento de la dirección ha subrayado que los socialistas, aunque son conscientes del grave error cometido por la DC al impedir a Craxi formar Gobierno, «no se dejarán arrastrar por la histeria». Por su parte, el Partido Comunista, que reunió ayer la dirección,declaró que el veto de la DC al secretario general del PSI ha sido un error que agrava la crisis del país.
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