_
_
_
_

Aumenta repentinamente la posibilidad de un conflicto armado entre Marruecos y Argelia

La presencia de oficiales y soldados argelinos encuadrando abiertamente al Polisario en la ciudad mauritana de Nuadhibu, señalada hasta ahora tan sólo por fuentes marroquíes, ha acercado peligrosa y repentinamente la posibilidad de una guerra entre Argelia y Marruecos.A menos de veinticuatro horas de la retirada definitiva de Mauritania de Tiris el Garbia, rebautizado ahora por Marruecos como Oued ed Dahab (Río de Oro), y cuando Rabat se dispone a organizar unas elecciones urgentes en la región para elegir las instancias administrativas locales y dos diputados que la representen ante el Parlamento marroquí, el movimiento de tropas argelinas y Polisario, anunciado el miércoles por el diario vespertino del ex primer ministro Ahmed Osman, Al Mithaq, constituye, si se confirma, una escalada irreversible en el actual conflicto.

Más información
El Polisario denuncia en la ONU el "expansionismo marroquí"
Las autoridades de Rabat impiden la salida de mauritanos de Dajla
Dura advertencia de Argel a Rabat

Se trataría, no obstante, de una respuesta militar lógica a la ocupación por Marruecos de Dajla y la transformación de Tiris el Garbia en la provincia número cuarenta del reino alauita, respuesta que ya fue anticipada por EL PAIS.

Para los marroquíes, esas tropas argelinas en Nuadhibu, que prácticamente cierran a Marruecos en una operación de tenaza, significan la cota de alerta máxima para su seguridad.

En el escenario de la posible batalla, sin perjuicio de que ésta, de ocurrir, pudiera extenderse a la actualmente larguísima frontera argelino-marroquí, de más de 3.000 kilómetros, viven hoy unas 5.000 ó 6.000 personas, para un espacio desértico de cerca de 90.000 kilómetros cuadrados.

La localidad de Nuadhibu, según las informaciones no oficiales en poder de fuerzas argelinas y del Frente Polisario, está situada a trescientos kilómetros de DajIa, antigua Villa Cisneros.

La población de Tiris el Garbia o Oued ed Dahab, localizada fundamentalmente en DajIa, Tichla y Ausser, era inicialmente de unas 25.000 ó 30.000 personas, la mitad de ellas, nómadas. Hace un mes, el teniente coronel Uld Sidi, quien firmó en nombre de Mauritania los acuerdos del 5 de agosto entre Nuakchott y el Polisario, declaraba a EL PAIS que unas 16.000 personas habían abandonado aquella región para unirse al Polisario.

El periódico Maroc Soir, que dirige el ex ministro de Información, Ahmed Alaui, considerado portavoz oficioso del rey Hassan II, afirmaba en su edición de ayer que Marruecos tiene la intención de convertir a Dajla en la base aeronaval más importante de la región.

Junto a la intensa actividad diplomática que se perfila en estos momentos, Mauritania, con una aparente presencia en su territorio de tropas extranjeras, esta vez argelinas y del Polisario, pa rece volver a ser de nuevo objeto de acciones exteriores que no puede controlar. Junto a estos soldados, unos cien mauritanos que formaban parte de la administración de la región de Tiris el Garbia, fueron ayer impedidos de abandonar la zona por las tropas marroquíes, que les confiscaron los pasaportes.

Reunión del FLN

En Argelia, el FLN ha decidido reunirse en sesión de urgencia para analizar la situación, mientras el comandante Yahiaui, uno de los competidores más importantes del presidente Chadli Benjedid, a la muerte de Bumedian, considerado por los marroquíes como el pro libio del régimen argelino, salió ayer para efectuar una misión cerca de los países árabes.

Estos últimos, cada vez más interesados en el conflicto, pudieran enviar una misión mediadora a Argel y Rabat.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_