Un juez de Justicia Democrática, instructor del caso

El cabo y los cinco policías nacionales ocupantes del land rover que fue acorralado por los manifestantes, fueron puestos en la misma noche del jueves a disposición del juez de guardia, el magistrado Clemente Auger, de Justicia Democrática. Igualmente prestó declaración el teniente que estaba al mando de los cuatro vehículos policiales que participaron en los hechos.Las autoridades correspondientes no facilitaron, en ningún momento, los nombres de los policías. Estos reconocieron en su declaración, según coinciden varias fuentes, haber hecho los siguientes disparos: uno, con una metralleta Z-70, algún disparo intimidatorio al aire, tiro a tiro; un segundo policía, afirmó haber realizado seis disparos al aire; un tercero, ocho, y, finalmente, otros dos, dos disparos cada uno. Todos ellos con su arma reglamentaria, esto es, pistolas del nueve corto. Se desconoce inicialmente la declaración del sexto ocupante del vehículo.

Todas las armas -incluida la del teniente- siete pistolas del nueve corto y la metralleta Z-70, fueron remitidas al Gabinete de Identificación para la prueba pericial correspondiente. La bala que penetró en el hemitórax de Emilio Martínez y que finalmente quedó alojada en el bazo, después de interesarle el corazón, está en poder del juez Auger. No en cambio la que mató a José Luis Montañés, que por tener su herida orificio de entrada y salida no pudo ser recuperada por las autoridades.

Producidos los hechos, el vehículo y sus ocupantes pasaron por las dependencias de la Dirección General de Seguridad. Como es preceptivo en estos casos, la dotación del vehículo policial está. suspendida de empleo y sueldo.

Según parece, los seis policías presentaban golpes y hematomas, de los que fueron atendidos, aunque las heridas eran de escasa consideración.

Según las mismas fuentes, el teniente que estaba al mando de los cuatro vehículos que intervinieron manifestó que solamente consiguieron retirarse tres, y que una sección de reserva de la Policía Nacional hubo de acudir en auxilio del cuarto vehículo. Posteriormente, declaró, cuando se retiraban hacia Cibeles, fue cuando recibió la comunicación de que los ocupantes del land rover hubieron de disparar sus armas. No se tiene noticia de que nadie en concreto ordenara abrir fuego.

El juez Clemente Auger es el competente en la instrucción del caso, si bien los eventuales procesamientos correspondían a la Audiencia Provincial de Madrid.