Telefónica solicita un aumento de tarifas del 26%

La Compañía Telefónica proyecta invertir en los próximos cuatro años un total de 431.000 millones de pesetas para mejorar sus servicios a todos los niveles, de acuerdo con las directrices de un plan cuatrienal elaborado por sus directivos. Este plan de inversiones no incluye los 7.000 millones de pesetas estimados para mejorar la infraestructura con objeto de atender las necesidades derivadas de la celebración en España del Mundial de Fútbol en 1982. Como elemento de cobertura para este plan, Telefónica pretende incrementar sustancialmente sus tarifas -se habla de un 26%- durante este año, con el compromiso de aplicar elevaciones inferiores al coste de la vida en los próximos años.

El incremento de las tarifas telefónicas quedaría reducido únicamente a las cuotas de abono y al precio de las llamadas, permaneciendo prácticamente, invariable la cuota de instalación. El aumento ya ha sido solicitado por la Compañía al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, cuyo titular, Salvador Sánchez Terán, mostró la pasada semana clara predisposición a autorizar la medida, en el curso de una reunión informativa convocada para presentar el balance de actuaciones de su departamento en 1979 (véase EL PAIS de 22 de febrero). En aquella oportunidad, el señor Sánchez Terán destacó el argumento de que ambos componentes de la tarificación (cuota de abono y precio de la llamada) eran en España más baratos que en cualquier otro país del mundo. Así, un estudio elaborado por la Compañía Telefónica sobre las tarifas de veintinueve países, indica que sólo Perú posee tarifas más bajas que las españolas en lo que a precio de llamadas se refiere y únicamente Turquía tiene una cuota de abono inferior a la española.Según las cifras elaboradas por Telefónica, la repercusión directa de sus diferentes costes en las tarifas es prácticamente irrelevante. Las cifras aportadas por la Compañía son: costes de las centrales urbanas, 37.952 pesetas por abonado; red urbana, 37.286 pesetas, e instalaciones interurbanas, 22.908 pesetas. A esto hay que añadir otras 2.576 pesetas en concepto de costes financieros, canon estatal y otras partidas varias. En total, se señala que la inversión necesaria para cada nueva línea es de 110.586 pesetas y que la Compañía deberá destinar unos 35.000 millones de pesetas para atender los servicios necesarios para los abonados ya existentes y otros 6.000 millones para servicios internacionales y otros conceptos.

Por otra parte, Telefónica considera que sus tarifas han quedado totalmente desfasadas respecto al coste de otros servicios públicos. En concreto, se dice que mientras las tarifas telefónicas sólo aumentaron el 2,77% en 1979, las de correos subieron entre un 50% y un 60%, el Metro un 32% y los autobuses urbanos el 27%.

La orientación del plan cuatrienal elaborado por Telefónica se sitúa en línea con las alternativas adoptadas por otros países europeos, encaminadas a potenciar el servicio, canalizando importantes volúmenes de inversión hacia este sector. Las previsiones de inversión se cuantifican en 43 1.000 millones de pesetas durante los cuatro próximos años (incluido el actual de 1980). A ellos habría que añadir otros 7.000 millones, estimados como necesarios para dotar la infraestructura precisa para atender las transmisiones del Mundial de Fútbol a celebrar en España en 1982.

Uno de los objetivos señalados en el plan cuatrienal es el de atender la demanda de nuevas líneas (se estima que existen 700.000 peticiones pendientes de atención), reduciendo el tiempo de espera, que actualmente se estima en tomo a los dieciséis meses, aproximadamente, corno término medio. El volumen de inversión previsto se pretende que cubra la instalación de 2,588 millones de nuevas líneas urbanas y 342.000 líneas rurales durante el cuatrienio. A este capítulo se piensa destinar 1.870 millones de pesetas anuales, (en precios de 1979). Paralelamente, se pretende destinar unos setecientos millones de pesetas (también en precios de 1979) para la extensión del servicio telefónico urbano a los núcleos de más de trescientos habitantes y otros 120 millones de pesetas anuales a la mejora y extensión de servicios a las barriadas y zonas periféricas de las grandes urbes.

A finales de 1979 existían en España un total de 11.130.000 teléfonos instalados, 6.700.000 líneas en servicio, 7.358.000 líneas instaladas; se celebraron 1.850 millones de conferencias interurbanas y el número de localidades en todo el país con servicio telefónico instalado rebasaba las 15.500. El número de teléfonos por cada cien habitantes (módulo empleado internacionalmente) era ya de 29,5 unidades. El 64% de las localidades tenían ya el servicio automatizado, lo que representaba una cobertura del 97,8% del total de los abonados. Del total de conferencias interurbanas señalado, el 95,3% se celebraron por medio de la red automática.

La incidencia del plan inversor de Telefónica en la industria de telecomunicaciones es muy importante, ya que las ventas a la compañía suponen para las empresas del sector hasta un 70% del total de su facturación global. Las previsiones de inversión directa en equipos suministrados por la industria nacional de telecomunicación para los próximos cuatro años se sitúan a un nivel de 45.000 millones anuales. El total de las compras de Telefónica en bienes y servicios se ha presupuestado en 65.000 millones de pesetas anuales.