Declaración de conflicto colectivo en el sector de gasolineras

Ayer, representantes de CC OO, UGT y USO presentaron ante la Dirección General de Trabajo declaración de conflicto colectivo en el sector de gasolineras. La decisión fue adoptada tras una reunión celebrada por las tres centrales sindicales en la que se analizó la postura a tomar ante la incomparecencia de la patronal a una reunión convocada en el Ministerio de Trabajo para iniciar las negociaciones del convenio colectivo. Aunque las centrales sindicales han manifestado que no descartan medidas, de presión, no parece posible que se repita la huelga de gasolineras de hace un año.Según ha manifestado a EL PAÍS el presidente de la Confederación Española de Estaciones de Servicio, Fernando Castaño, la no asistencia de la parte empresarial fue debida a, que la convocatoria a la citada reunión no había sido hecha en forma oficial, sino a través del presidente de las negociaciones propuesto por el Ministerio de Trabajo. «Hoy», añadió, «hemos recibido la citación para él trámite de avenencia del conflicto colectivo, al que naturalmente acudiremos el próximo día 18».

Por su parte, fuentes de CC OO señalaron que era absurdo que la patronal adujese defectos de forma para no acudir a la reunión del pasado día 12. «Llevamos dos meses de conversaciones informales. No es lógico que ahora digan que no se han seguido los trámites legales».

Para CC OO -y en esto coinciden tanto UGT como USO-, la Confederación Nacional de Estaciones de Servicio «quiere retrasar en lo posible el convenio colectivo». Cosa que, por otra parte, admite el presidente de la patronal, que señala que, «sin saber cuál va a ser el incremento de las comisiones, no podemos saber si podremos asumir los compromisos del convenio».

Según estas fuentes, la Administración pidió a los empresarios un estudio de la situación del sector. «El estudio», indicó Fernando Castaño, «ya está realizado y entregado, pero ahora se nos dice que hay que comprobarlo y que en estos momentos no disponen del personal necesario para hacerlo».

Las comisiones concedidas par el Ministerio de Hacienda a los titulares de estaciones de servicio en régimen de concesión fueron modificadas por orden ministerial del 5 de diciembre de 1979, con carácter retroactivo desde el 1 de noviembre del mismo año, pasando de 2,15 pesetas por litro vendido a 2,21 pesetas por litro.

El presidente de la Confederación Española de Estaciones de Servicio manifestó que, en cualquier caso, la voluntad negociadora existe por ambas partes, y está seguro que «las centrales sindicales comprenderán perfectamente nuestra postura». Por su parte, representantes de USO indicaron que los trabajadores están dispuestos a agotar todas las vías de negociación posibles, «aunque hay que tener en cuenta que la paciencia tiene un límite». Respecto al aumento de las comisiones, señalaron que afecta a los trabajadores, ya que, en caso de no concederse, la patronal iría a una reducción de plantillas, que se calcula en un 20% sobre un colectivo de unos 15.000 trabajadores.

Impedir el laudo

El próximo día 18 se celebrará el acto de avenencia entre las centrales sindicales y la Confederación Española de Estaciones de Servicio. En caso de no llegarse a un acuerdo, la autoridad laboral puede designar a uno o varios árbitros, que, en plazo de cinco días, dictarán laudo. Para UGT, el ir a un laudo supone un incremento del 13% y la amenaza de la reducción de plantillas. «Por eso», subrayó UGT, «hay que impedir en cualquier caso el laudo, que ha sido presentado para forzar a la patronal a sentarse a negociar».

La actual situación del convenio de gasolineras es muy semejante a la de años anteriores. Ayer hace exactamente un año que, ante la imposibilidad de un acuerdo en el convenio que se estaba negociando, se inició una huelga de estaciones de servicio convocada por CC OO, USO, CSUT y SU, y sin el apoyo de UGT, que provocó largas colas en algunos puntos de abastecimiento horas antes de su inicio, y que obligó a Campsa a intervenir diez de las gasolineras concesionarias privadas, por pertenecer a la red estratégica.

No obstante, según fuentes sindicales, aunque no se descartan medidas de presión, parece muy difícil que éstas se concreten en una convocatoria de huelga, «porque nuestra intención no es paralizar el país, sino negociar un convenio».