Tarancón reafirma que la postura de la Iglesia sobre el divorcio es la de la Conferencia Episcopal
El documento elaborado hace un año por la Conferencia Episcopal Española sobre el tema del divorcio sigue siendo el único válido para definir la postura de la Iglesia sobre este problema, según manifestó, el domingo en León, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón a preguntas de EL PAIS sobre el alcance de la polémica suscitada días atrás por las pastorales de varios obispos. Por otra parte, el cardenal se excusó ayer con el ministro de Justicia por las declaraciones que había hecho, en el sentido de que Francisco Fernández Ordóñez «habla más de la cuenta». El cardenal le dijo al ministro que había pronunciado sus palabras en plan de broma.
Tarancón, que acababa de llegar de Roma, aseguró desconocer los pormenores de la polémica y se remitió una y otra vez al citado documento, calificándolo como la «palabra oficial de la Iglesia española, muy meditada, muy pensada y que tiene todas las garantías».Señaló también que la Iglesia no tenía nada que añadir al respecto para no ser acusada de injerencia en los asuntos del Estado, y que, precisamente por este motivo, el pronunciamiento de la conferencia había tenido lugar hace un año, antes de que comenzara a tramitarse el proyecto de ley de divorcio y con el fin de no suscitar pasiones.
El presidente de la Conferencia Episcopal dijo que este tema no se había tratado en ningún momento en el sínodo de Roma, ni en el almuerzo que varios obispos españoles mantuvieron el viernes con el papa Juan Pablo II, junto con el cardenal de Lisboa, «que fue sólo una comida de distensión y no de trabajo».
Señaló que su intervención en el sínodo había sido bien aceptada y que «en el fondo de las conclusiones está el pedir una investigación teológica sobre temas de sexualidad y familia, una investigación científica, y que se tenga en cuenta la experiencia de los seglares».
Por último, y a la pregunta de si las tesis del nuevo ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, han podido preocupar a la Iglesia española, el cardenal Tarancón se limitó a señalar, en tono humorístico, que «don Francisco es un buen cristiano y practicante. Ahora bien, tiene su propio talante y su propio modo de ser y habla algunas veces un poco más de la cuenta, pero esto nos pasa a todos.
De todos modos, no le vamos a dar más importancia ni creo que haya mayor preocupación por eso».
Las declaraciones de Tarancón se realizaron poco después de los actos del cincuentenario de la coronación de la Virgen del Camino, a los que asistieron, según algunas estimaciones, más de 50.000 personas, entre las que se encontraban el ministro de Administración Territorial, Rodolfo Martín Villa; el presidente del Consejo General de Castilla y León, García Verdugo, y el director general de Asuntos Eclesiásticos, Luis Apostua. Durante el acto, que tuvo lugar en la explanada del santuario de la Virgen del Camino, fue leído a los asistentes un mensaje del Papa que el propio Tarancón había traído de Roma.
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