Persecución contra "Le Monde"

El ministro de Justicia concita la unanimidad, al menos la parisiense, contra él: todos los partidos (a excepción de UDF), los sindicatos, los periodistas, comulgan en la Indignación. La persecucíón intentada contra nuestro colega Le Monde se convierte en una gloria para el inculpado. Tal vez somos víctimas del clima de la capital. Pero en un país celoso de sus libertades, poco propenso a respetar los cuerpos constituidos, la utilización del artículo 226 del Código Penal contra Le Monde corre el riesgo de aumentar las prevenciones, escandalizar a nuestros amigos ingleses y llevar la confusión al poder.El artículo 226, salido de una ordenanza del 23 de diciembre de 1958, que retomaba una propuesta gubernamental de la IV República, suscitó inmediatamente la oposición y la inquietud de juristas y de periodistas. ( ... )

¿Caen bajo el artículo 226 los cinco artículos incriminados? Me reservo expresar a este respecto una opinión categórica; el editorialista de Le Monde especializado en problemas judiciales y firmante de otros artículos incriminados, Philippe Boucher, admitiría, pienso yo, que ha desacreditado algunas decisiones jurisdiccionales, tal vez con la finalidad de desacreditar el conjunto de la justicia, mejor dicho, los errores que, de alguna forma, manchan al cuerpo entero. ( ... )

Que se aprueben o condenen las polémicas de Philippe Boucher (y yo deploro a menudo la violencia sistemática), múltiples razones habrían debido disuadir al ministro de Justicia para inculpar a un periodista o a un periódico por un delito de derecho común. ( ... )

Dejando aparte estas consideraciones actuales, dudo que la aplicación del artículo 226 en un país como Francia pueda ser aprobada por la opinión pública. Nadie duda en atacar a la autoridad del presídente de la República, del Ejército, de laAglesia, del Parlamento, de la Universidad; ¿por qué la justicia, que se quiere independiente y que se aproxima inevitablemente al poder escaparía a la suerte común? El autor del «Mal francés» debería recordar las lecciones que proporcionan sus autores preferidos: vale la pena dejar dormir las leyes cuando son, para bien o para mal, rechazadas por las costumbres.

19 de noviembre