Estreno de "Un conde de probeta", de Juan Carlos Ordóñez

El grupo Actores de Teatro en Cooperativa (Acteco) estrenó anoche en la sala Olimpia, de Madrid, la obra Un conde de probeta, original de Juan Carlos Ordóñez, con dirección escénica de Fernando Fernán-Gómez. La obra está interpretada por Mabel Escaño, Joaquín Embid, Marisa Marqués, Paco Hernández y Julia Castellanos, con escenografía y vestuario de Javier Navarro.

Es la segunda obra que se estrena de Juan Carlos Ordóñez, tras la presentación, hace cinco años, de Puede ocurrir mañana en un teatro madrileño, una pieza experimental con elementos de comedia y suspense. Natural de San Sebastián, el autor tiene 33 años y desde hace nueve vive en Madrid. Ha sido actor, formando parte de compañías de teatro independiente y profesional, como Los Goliardos y Adolfo Marsillach. En los últimos años ha trabajado también en el doblaje de películas, sobre todo series de televisión.Un conde de probeta lleva dos años escrita y en la temporada pasada estuvo lista para su montaje, con la dirección de Fernando Fernán-Gómez. Los habituales problemas de los profesionales del teatro han impedido hasta ahora su estreno, realizado en forma de cooperativa y sin ayudas oficiales.

«En mi teatro intento sacar un trozo de vida», declaró ayer Juan Carlos Ordóñez. «Un conde de probeta recoge aspectos tiernos, trágicos y caricaturescos. En la obra intervienen unos personajes muy especiales, un poco personajes reliquias de nuestra sociedad, que cuando se están extinguiendo más colean y quieren vivir. Estos personajes no están localizados en el tiempo, viven con las costumbres y la estética de otres tiempos, pero se encuentran en un mundo más avanzado».

El punto central de la obra, según su autor, es la relación entre un aristócrata y su mayordomo. «Es el último mayordomo y el último aristócrata, con ideologías opuestas, pero que se necesitan: uno, para mandar y ser poderoso, y el otro, para poder sublevarse. También interviene una mujer, la última mujer virgen. De todos los seres de la obra, me interesa su mundo interior, el tratamiento intimista con un ingrediente de magia, más que una visión sociológica. Los personajes tienen una mentalidad surrealista, pero tienen unos problemas cotidianos».

En opinión del autor, la dirección escénica de Fernando Fernán-Gómez tiene «un tratamiento perfecto con la intención de la obra y ha dado una estructura muy sólida. Le gustó la obra y la montó; en todo momento ha consultado conmigo y hemos trabajado muy bien».

El próximo mes de marzo, Juan Carlos Ordóñez estrenará una nueva obra, titulada Las cajas chinas, donde emplea distintas formas de lenguaje teatral, ya que combina el surrealismo y el naturalismo con un lenguaje poético y popular.