Los vascos y el Ejército
(...) «Pero seguro, repetía, que yo deseo la desestabilización del poder de Madrid». ¡Natural que yo espere la entrada en lucha del Ejército español en el País Vasco!¿Un nostálgico del franquismo? No, un separatista vasco de la especie más radical. Telesforo Monzón, en su calidad de representante del partido Herri Batasuna, expresaba el pensamiento de los dirigentes clandestinos de ETA militar. (...) De estos dos deseos que manifestaba hace dos años, el primero estuvo a punto de realizarse el 23 de febrero último. En cuanto al segundo, se acaba de realizar: el Ejército participa en las operaciones en el País Vasco. La respuesta se organiza, se han efectuado detenciones y se ha empezado a poner en práctica un plan de seguridad que prevé un mando uniformado para coordinar la acción de la policía y de los militares. (...)
Más significativo aparece la vuelta del Ejército a los asuntos de Estado. Un Ejército del que ha dicho el jefe del PCE: «Es la más importante fuerza política del país». Un Ejército que los socialistas afirman integrado en la mitad por oficiales hostiles a la democracia.
Desvelado con torpes precauciones por el Gobierno, la verdad comienza a apuntar sobre el golpe del 23 de febrero. ¿Un compló? Un conjunto de conspiraciones. Tres, al menos, inspiradas por ejemplos más o menos recientes: el de Franco, en 1936; Pinochet, en 1973, y el de los oficiales turcos el año pasado. (...) Tres complós cuyas acciones debían entrecruzarse y finalmente, anularse. Su nacimiento, su desarrollo, su principio de ejecución, demuestran un malestar profundo todavía no desaparecido. (...)
Ambigua, pues, inquietante, la actitud del Ejército. Sin embargo, en España, el verdadero problema no consiste en saber lo que van a hacer los oficiales, sino en averiguar lo que quieren los vascos. Pues de su conducta depende la de los militares. ¿Qué quieren los vascos? (...)
Los militantes del partido nacionalista, ese PNV que se dice moderado, hostil a la violencia, pero, que hipócritamente rehusó pronunciarse cuando el Parlamento votó la ley antiterrorista. (...) De ese partido depende, en definitiva, si España continuará siendo, pese a las crisis, un Estado democrático o caerá bajo la tutela militar. (...) 30 de marzo
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