Los atentados a Iberduero

( ... ) Pero desde nuestro punta de vista, la campaña de ETA contra Iberduero tiene matices propios. ETA castiga a esta empresa con un doble objetivo estratégico: intentar capitalizar las simpatías de un sector del pueblo en el que la imagen de esta empresa es polémica y, a la vez, debilitarla económicamente cara a construir Lemóniz.Queremos decir que no tenemos ningún interés especial ni particular en defender a esta empresa eléctrica. Sin embargo, nos parece poco honesto asistir con los brazos cruzados a esta campaña sistemática de destrucción que, a medio y largo plazo, va a proporcionar a este país muchos más daños que beneficios.

Si Iberduero es abatida, ¿qué empresa puede ser el próximo objetivo de ETA? O si Iberduero cancela el proyecto de Lemóniz por presiones violentas, ¿qué inversionistas van a arriesgarse en el futuro en Euzkadi? En el marco de la grave crisis económica y social que vive nuestro mundo occidental, ¿acaso no es suicida destruir los recursos que nos quedan? ¿Se puede luchar contra el paro, creando el desánimo empresarial, y atizando el fuego de la crisis con la leña de la violencia ciega?

Hay que reconocer que a este país se le quiere empujar por el camino de la irracionalidad, precisamente en el momento en el que hemos estado más cerca de objetivos de autogobierno ensoñados durante muchos años. También, y no queremos ocultarlo, en una situación en la que podamos perderlo todo, fruto del hostigamiento violento de unos y de la ambición «salvadora» de otros.

1 de mayo