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Dalias y El Ejido, una guerra municipal a la italiana

Los 5.000 habitantes de Dalías mantienen desde el pasado día 9 de mayo una guerra total contra la Junta de Andalucía y contra la localidad vecina de El Ejido. La causa de esta contienda, que recuerda las típicas y casi peliculeras de la Regio-Calabria italiana, es la decisión de la Junta de Andalucía de trasladar el Ayuntamiento, y con él, la capitalidad municipal desde Dalías a El Ejido. La huelga general y pacífica de los días pasados puede provocar una situación imprevista al haber sido publicada ayer, contra pronóstico, la orden correspondiente al cambio de capitalidad en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.

Este cambio de capitalidad está apoyado por veinte de los veintiún concejales que componen el pleno municipal, integrado por siete de UCD, siete del PSOE, cuatro del PCE y tres independientes.Dalias y El Ejido son los dos núcleos urbanos más importantes de los existentes. en el término municipal denominado genéricamente Dalias. Su situación geográfica está enclavada en el poniente almeriense, y la distancia que los separa es de unos siete kilómetros. Frente a las razones históricas que apoyan a los vecinos de Dalias, el Ayuntamiento siempre ha estado enclavado en aquel núcleo, los 20.000 vecinos de El Ejido apelan a la necesidad de que los centros de poder político y administrativo estén enclavados allí donde más habitantes haya. La paralización casi total del núcleo de Dalias y la manifestación celebrada recientemente por los vecinos de El Ejido, a la que asistieron unas 10.000 personas para apoyar, además del cambio de capitalidad, a la Junta de Andalucía, son los dos exponentes máximos de una situación que ha llegado a movilizar y a enfrentar a todo un municipio.

Los orígenes sociológicos de este enfrentamiento hay que buscarlos en el grado de desarrollo alcanzado en los últimos años en la explotación de los productos extratempranos de la zona de El Ejido, en el consiguiente aumento de los niveles de renta y en la necesidad de centralizar por razones operativas todo el aparato burocrático municipal en el núcleo donde más vecinos viven.

Los habitantes de Dalias mantuvieron hasta no hace muchos años unos niveles de renta y de desarrollo superiores al resto del término municipal. El mantenimiento de una estructura productiva basada en el monocultivo de la uva dio lugar a un estancamiento y posterior retroceso en su situación económica.

Simultáneamente a este retroceso, en la zona de El Ejido comienza a tomar auge la explotación agrícola en invernaderos y, poco a poco, la zona se va poblando de trabajadores y pequeños empresarios que emigran hacia allí desde otros pueblos de la provincia e incluso de las cercanas Alpujarras granadinas. En la, actualidad, el volumen de producción anual de los invernaderos de El Ejido alcanza la cifra de 30.000 millones de pesetas.

La pérdida del poderío económico y cultural por parte de Dalias y el vertiginoso desarrollo de El Ejido originan una serie de enfrentamientos, de los que no están ausentes los sentimientos chovinistas y localistas. Estos enfrentamientos adquieren tintes preocupantes ya cuando el primer Ayuntamiento democrático decide plantear en el pleno el cambio de capitalidad el 2 de agosto de 1979, pleno que no pudo celebrarse al concentrarse los vecinos de Dalias en la puerta del Ayuntamiento.

Cohetes y campanadas

El expediente siguió su curso. normal, y el pasado viernes 8 de mayo la permanente de la Junta aprueba el cambio de capitalidad. La noticia corrió como la pólvora por las casas del núcleo de Dalias, y es esa misma pólvora, a través del lanzamiento de cohetes y con la ayuda del repicar de las campanas de la iglesia, la que, a las tres de la madrugada del sábado, logra con centrar en la plaza del pueblo a más de 3.000 personas.La iglesia se convirtió en el cuartel general de los manifestantes, y en la torre del Ayuntamiento fue colgado un monigote de trapo con la efigie del alcalde, José Antonio García Acién (UCD). Desde ese momento, los vecinos suspendieron cualquier tipo de actividad y se organiza una campaña de información contra la Junta de Andalucía. Los dueños de los bares llegaron a no vender bebidas alcohólicas, en prevención de que los ánimos se desataran y se pudiera producir algún incidente de importancia.

Un día más tarde se registró la mayor concentración celebrada hasta ahora en El Ejido. Cerca de 10.000 personas (15.000 según los organizadores) recorrieron pacíficamente las calles de esta localidad apoyando a la Junta de Andalucía y al cambio de capitalidad.

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