Irregular aceptación de los nuevos programas

El nuevo esquema de programas que se inició el 20 de abril no acaba de convencer a la audiencia, si se exceptúan los telediarios que dirigió Iñaki Gabilondo, las buenas aceptaciones del programa Esta noche y de la serie Cervantes, las películas de los miércoles y el retorno de El hombre y la tierra.

El resto de los nuevos programas, incluidos los especiales, los concursos, los musicales, los programas de opinión y los de debate, se hunden en la lista de los de peor aceptación por parte de la audiencia, según se desprende de los sondeos oficiales de Televisión Española correspondientes a la última semana de abril (oleada 181 del presente año).La relativa novedad de El hombre y la tierra -que iguala con 8,6, la puntuación más alta, al hasta ahora líder de los programas mejor aceptados, Más vale prevenir- confirma las tradicionales y desatendidas preferencias de la audiencia por el género documental, temas de salud y similares. Los nuevos capítulos de El hombre y la tierra, que no pudo concluir Félix Rodríguez de la Fuente -aunque su nombre figure, con justicia, como director, en los rótulos de identificación son, en algunos casos, un mero refrito de escenas harto conocidas de los telespectadores y que no hubieran pasado de existir un mínimo control de calidad en la producción. Así sucede con los reportajes titulados El río viviente, emitidos en las dos últimas se manas. Quizá por eso la aceptación decaerá en los futuros paneles.

El programa Esta noche, dirigido por Fernando García. Tola, es el único de los programas de entretenimiento que funciona, a pesar de haber descendido considerablemente (7). La serie Cervantes, igualmente, es el único telefilme nacional que se mantiene con dignidad (7), igualando la media de aceptación. Los informativos que dirigió Iñaki Gabilondo y, principalmente, el Telediario (7,5), han obtenido globalmente la puntuación más alta de los informativos diarios y, por tanto, el más elevado grado de interés por parte de la audiencia durante toda la etapa de la transición política. Fuentes de Televisión Española afirman que Iñaki Gabilondo logró despertar y mantener este elevado interés por el cambio de imagen efectuado en los telediarios que dirigió personalmente.

Los tres últimos espacios: Esta noche, Cervantes y Telediario de las nueve de la noche son precisamente aquellos que mayores ataques han sufrido por parte de sectores intransigentes, que discrepan de las preferencias de la mayoría de la audiencia.

Sobresale, dentro de los programas de producción ajena, el espacio Sesión de noche, es decir, la película de los miércoles, que constituye, por el momento, un ciclo de largometrajes que tratan preferentemente temas relacionados con la democracia. Así, la película Esta tierra es mía, de Renoir, emitida durante esta segunda semana de la nueva programación, obtuvo uno de los puestos estelares del panel de aceptación (8). Una excelente obra, que es un alegato en favor de la resistencia contra las ocupaciones fascistas y que fue perfectamente acogida por los telespectadores españoles, como revela la encuesta oficial de los programas.

El resto de los programas nuevos merodea en torno a 300 millones, programa calificado entre los de peor aceptación (6,9). Lo malo de estos nuevos programas es que se sitúan por debajo de la aceptación de este magazine hispanoamericano: el debate Mano a mano (6,8), el musical Exterior día (6,6), el magazine Bla, bla, bla (6,3), el informativo de consumo La bolsa y la vida (6,3) y Tertulia con (5,3), programa este último que descenderá dos semanas ni más tarde, según datos oficiosos, a un 4,8 y al peor puesto del panel. El concurso Lápiz y papel merece especial mención: este programa, dirigido, realizado y confeccionado por un equipo de segundones de José María Iñigo, obtiene una puntuación bajísima (6.6), insólita en un concurso que ocupa una de las horas nocturnas preferentes de la programación.

Los especiales informativos Objetivo y En este país corren también la misma suerte. No se emitieron durante esta segunda semana de la programación renovada, pero datos oficiales de Televisión Española indican que las emisiones siguientes obtuvieron puntuaciones muy bajas: el programa sobre el divorcio, emitido una semana después dentro de En este país, apenas logró un 6,3, y el espacio Objetivo de la cuarta semana (De los Andes a la selva) logró tan sólo el 6,9. Probablemente falle el formato y hora de emisión de todos estos programas o, quizá, como comenta un directivo de Prado del Rey, a Televisión Española le sobra «saliva» y ese aire de seminarios de colegio mayor de hace dos décadas.