La reforma administrativa
(...) La reforma administrativa puede entenderse como el cambio de número, competencia y denominación de los ministerios. De este tipo de reformas hemos tenido bastantes en España en los últimos años y, desde luego, no han servido para reformar gran cosa.Salvo excepciones, después de ellas, los ministerios no han sido más eficaces y los funcionarios han seguido viviendo lo mismo que antes (...)
( ... ) La reforma administrativa puede entenderse también como una actividad continua de perfeccionamiento de la rutina de los órganos administrativos, animando para ello a los funcionarios con una mejora de su situación y, sobre todo, de su sueldo. Esta es quizá la acepción más normal de la expresión "reforma administrativa", en los estudios sobre Administración pública, aunque, desde luego, la idea se mira cada vez con más desconfianza. Por ello se ha podido hablar del fracaso permanente de la reforma administrativa permanente ( ... ).
Pero la operación no puede esperar. La democracia española es joven y débil, y el robustecimiento del Estado democrático es urgente. La inestabilidad de los niveles políticos es grande y debe ser compensada cuanto antes por la estabilidad administrativa. Y esto es una tarea de todos los partidos, y que debe ser una preocupación de todo el que aspire a llamarse estadista ( ... ).
( ... ) Creo que esto es la reforma administrativa. Una auténtica operación de construcción del Estado, que no tiene nada que ver con la existencia de dieciséis o veinte ministerios ni con la unificación de los formularios administrativos ( ... ).
9 de noviembre.
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