La Institución Alfonso el Magnánimo dedica cien millones de pesetas a la cultura valenciana

La Institución Alfonso el Magnánimo, que depende de la Diputación de Valencia, va a dedicar a lo largo de este año cien millones de pesetas para el fomento de la cultura valenciana. De este presupuesto, una parte corresponde a proyectos de investigación cuyo encargo se produjo antes de 1982. Este presupuesto y la exigencia del programa cultural al que se dedica, convierten la institución en una de las plataformas más importantes para el desarrollo cultural valenciano.

Su peculiaridad surge por tratarse de una entidad vinculada estatutariamente a una institución pública, la Diputación, por lo que el juego electoral puede alterar su programa de actuación después de cada escrutinio de urnas.Esta entidad, tras las elecciones de 1979, que situaron a los socialistas al frente de la Diputación, sufrió una reactivación. De sucursal del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se transformó en institución dedicada exclusivamente a la investigación y fomento de la cultura del País Valenciano, entendiendo cultura en su acepción más amplia.

Su director, el sociólogo Josep Picó, recuerda que durante la dictadura franquista se produjo una desmovilización sistemática del sentido cívico, que "permitió violentar la conciencia cívica y aceptar la victoria de un sistema sociocultural reaccionario". Pero desde 1975, las fuerzas progresistas empiezan a recuperar su ámbito de opinión. "En el País Valenciano cabe que esta conquista de opinión sea rápida y eficaz, para que nuestra comunidad comience a repensar", afirma Picó, autor de una investigación sobre el comportamiento del empresariado valenciano en la industrialización. "Esta es una de las tareas de la institución: fortalecer el espacio cultural valenciano, porque todo indica que ha llegado la hora de la modernización de las culturas nacionales".

Una de las primeras medidas adoptadas para su reactivación fue reducir los institutos en que se divide la institución de veintidós a doce. Ello significó aumentar los presupuestos de cada uno, y paralelamente se procedió a nombrar nuevos directores. Quedaron fuera las ciencias aplicadas, ya que para alcanzar buenos resultados de investigación se requiere una infraestructura muy costosa.

El programa de estos institutos tiene la triple vertiente de investigaciones, publicaciones y actividades culturales, como la presentación en Valencia y en España de la exposición itinerante de Florencia de los Médici, que promovió hace dos años el Consejo de Europa en la capital de la Toscana. Esta exposición será inaugurada este mes en el claustro del Colegio del Patriarca.

Un libro por semana

De los proyectos de investigación destacan, en economía, el examen de Ias diversas estrategias sectoriales que se siguen en la economía valenciana, realizado a lo largo de dos años por los especialistas más cualificados de esta disciplina. El Instituto de Sociología, que dirigió tiempo atrás una encuesta sobre la situación de la lengua en el País Valenciano prepara un amplio trabajo sobre la etnografía. En ciencias aplicadas, la institución publicará los resultados de un informe para medir la radiactividad de la cuenca del río Júcar, donde ha sido instalada la central nuclear de Cofrentes.En el campo de las artes, las investigaciones más relevantes son sobre la figura de la cantante Lucrecia Bori y una guía del centro histórico de Valencia. En historia, el investigador y documentalista Ricardo Blasco publicará, durante los tres próximos años, un catálogo bibliográfico y crítico de la Prensa editada en el País Valenciano desde 1790.

La Institución Alfonso el Magnánimo viene editando un libro por semana, desde que se reactivó su departamento de publicaciones. Dos de sus colecciones están dedicadas a descubrir el País Valenciano y a los autores clásicos de la literatura. La colección de estudios universitarios recoge tesis doctorales y trabajos de investigación tales como el cine de Cifesa y el conflicto entre moriscos y cristianos.