El Gobierno no se ha planteado que el aborto se realice a través de la Seguridad Social
JAVIER ANGULOA 115.000 millones de pesetas asciende el déficit provisional del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) en 1982, según reveló ayer Ernest Lluch, ministro de Sanidad y Consumo, quien en su comparecencia ante la comisión correspondiente del Congreso reconoció la escasa información y el desconocimiento que hasta este momento tiene su departamento sobre este organismo público. Lluch aseguró que "no se ha planteado que el aborto, en los supuestos despenalizados, se realice a través de la Seguridad Social", y prometió la remisión a las Cortes en enero de 1984 de la ley básica de Sanidad.
Se presentía de antemano que la presencia de Ernest Lluch ante la Comisión de Sanidad y Trabajo podría reactivar la controversia entre el Grupo Popular y el partido del Gobierno por el tema de la despenalización parcial del aborto y el futuro de la sanidad privada. Sin embargo, el debate posterior a la intervención del ministro fue de guante blanco. Los temas del aborto y la sanidad privada no fueron planteados al ministro de manera frontal, aunque se suscitaran de pasada en el debate.Tras una breve exposición de planteamiento general de su departamento, Emest Lluch empezó por resumir la actividad legislativa del mismo, que ha de configurar e marco de desarrollo del programa del Gobierno. Afirmó que antes del 30 de junio próximo se remitirá a las Cortes el proyecto de ley general de Defensa del Consumidor y que en enero de 1984 se enviará el texto de ley básica de la Sanidad, que se pretende facilite la estructuración de toda la acción del ministerio y configure la nueva administración sanitaria. El ministro anunció también que en enero de 1985 tendrán entrada en el Congreso las leyes del Medicamento, que regulará la fabricación, distribución y uso de los medicamentos, y la de Sanidad de los Alimentos.
Con respecto a los planes del departamento en materia de asistencia sanitaria, el ministro anunció que los esfuerzos del mismo se centrarán en la creación de unidades de atencion primaria, sin descuidar la potenciación, humaniza ción y mejora de los centros hospitalarios. Habló Lluch de 50 nuevos centros hospitalarios, que en su opinión deben configurarse como unidades autónomas en su gestión, equilibrados en sus servicios y de dimensión media (300 a 350 camas). "Se huirá", dijo, "tanto de los centros demasiado pequeños como de los muy grandes.
Para hacer posible esta gestión autónoma, coordinada y eficaz, según afirmó el ministro de Sanidad y Consumo, se establecerán juntas de gobierno donde representantes de la Administración y de las entidades locales se responsabilizarán de su gestión diaria para controlar la accion de los ejecutivos del centro, "sean gerentes, directores médicos, administradores o enfermeras-jefes, fundamentalmente". "Esto", añadió, "se completará con la adecuada dedicación del personal, paralela a una retribución adecuada".
Reconoció el ministro que su departamento se mueve todavía con un considerablemente desconocimiento y falta de información con respecto al Insalud, hasta el punto que precisa completar sus datos internos con informaciones de los medios de comunicación sobre el organismo. Señaló que no están liquidados los presupuestos para el año 1982, en el que el déficit del Instituto puede avaluarse, según las cifras provisionales que manejan los ministerios de Sanidad y Consumo y Trabajo y Seguridad Social, en 115.000 millones.
Lluch apuntó las líneas de actuación con respecto al Insalud, entre otras, el cambio de sus estructuras, transfiriendo sus funciones a las comunidades autónomas y convirtiéndolo en un ente de planificación, seguimiento y alta inspección, y la concepción global de sus presupuestos, racionalizando las decisiones económicas, dando autonomía a los centros.
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