Fuertes discrepancias entre nacionalistas y socialistas por el futuro del Condado de Treviño

El Estatuto de Autonomía de Castilla-León, aprobado el martes por las Cortes, que establece, en su disposición transitoria séptima, cuatro condiciones previas a la incorporación de un territorio a otra comunidad, ha provocado profundas discrepancias entre nacionalistas y socialistas vascos frente al futuro del Condado de Treviño. En 1980, el Ayuntamiento de la mencionada localidad, de 1.800 habitantes, solicitó formalmente la incorporación del condado burgalés a la comunidad autónoma, así como lo hiciera meses después la otra Corporación, La Puebla de Arganzón, enclavada en el mismo territorio. También el Parlamento autónomo solicitó la convocatoria de un referéndum.

Después de la aprobación del Estatuto castellano-leonés, el PNV ha anunciado su intención de presentar un recurso de inconstitucionalidad contra el mencionado texto, por entender que se contradice con el Estatuto de Guernica. Mientras tanto, los socialistas vascos aseguran que la diferencia entre ambos textos estriba en cuestiones semánticas.Cuando la mayoría de las fuerzas políticas alavesas creía que con la solicitud de las dos corporaciones que integran el condado para que Treviño se incorpore a la comunidad autónoma era suficiente, se aprueba el Estatuto castellano-leonés, que propone el acatamiento de cuatro pasos previos a la incorporación de un territorio a otra comunidad.

Según el texto autonómico, la futura integración de una localidad deberá ser respaldada por los dos tercios de los concejales o, en su caso, por la mayoría absoluta. Este primer requisito ya se cumplió, en el caso de Treviño, en 1980. Sin embargo, se añade como condiciones el deber de elaborar un informe de la provincia, en este caso Burgos, y para ello la comunidad castellano-leonesa podrá realizar las encuestas que considere necesarias. Por último, se procederá a la celebración de un referéndum entre los habitantes del territorio que pretendan la segregación, y el resultado será sancionado por las Cortes mediante ley orgánica.

Por su parte, el PNV entiende que la obligatoriedad de realizar el mencionado informe por parte de la comunidad castellano-leonesa entra en contradicción con el artículo octavo del Estatuto de Guernica. En el texto vasco se señala la necesidad de oir "a la comunidad o provincia a la que pertenecen los territorios o municipios a agregar".

No reavivar el fuego

Los socialistas alaveses hubieran preferido que no se reavivara el fuego de los enfrentamientos vasco-castellanos en el contencioso del condado de Treviño. En este sentido, consideran, después de señalar que los textos de los dos estatutos sólo presentan diferencias semánticas, que el PNV está utilizando Treviño "para hacer electoralismo".Después de que los nacionalistas alaveses señalaran al PSOE como principal responsable de que el proceso de incorporación de Treviño a Alava se haya entorpecido, los socialistas arremetieron contra la mayoría mecánica del Parlamento vasco. Indicaron que el 19 de mayo de 1981, Euskadiko Ezkerra presentó una disposición no de ley ante la Cámara, aprobada por unanimidad, que preveía la creación de una ponencia de estudio sobre Treviño, además de instar al Gobierno del Estado para la celebración de un referéndum. Año y medio después, la ponencia todavía no se ha reunido ni una sola vez.

Señalaban, en este sentido, los socialistas, que si la ponencia no se ha reunido es porque no ha existido demasiado interés por parte del salvo ahora que "tan sólo faltan dos meses para la celebración de las municipales".