La huelga de banca fue seguida por el 75% de los trabajadores, según los sindicatos, y por el 15%, según la patronal
La convocatoria de huelga en la banca privada ha sido secundada por el 75% de los trabajadores, según fuentes sindicales, y por el 15%, atendiendo a las cifras proporcionadas por la patronal del sector al término de la primera jornada de paro. La huelga tendrá una duración de tres días, menos en Cataluña y Valencia, donde el paro está convocado también para el próximo jueves. Diversos incidentes centrados en sedes de Banesto y manifestaciones y asambleas de trabajadores, así como inutilización de las cerraduras de apertura, son las notas características del día de ayer, en el que, atendiendo a la información de los sindicatos, la actividad bancaria fue imposible. Sin embargo, en opinión de la Asociación Española de Banca Privada (AEB), las sucursales han funcionado, en general, con bastante normalidad.
Tres detenidos, dos en Asturias y uno en Madrid, fue el balance policial de la mañana de ayer, aunque fueron puestos en libertad de forma casi inmediata una vez que se tuvo certeza de que eran trabajadores en paro y no presuntos atracadores como en un primer momento su pudo pensar al ponerse en funcionamiento los sistemas de alarma en las sucursales.La tensión en el desarrollo de la primera jornada de huelga en la banca fue creciendo en la mañana del día de ayer ante la presencia de piquetes informativos en las sucursales en las que se había empezado a trabajar y que terminaron, en Madrid, con el intento de ocupar el patio de operaciones de la sede central de Banesto. Este hecho provocó la retención violenta de un miembro de dichos piquetes por parte de los servicios internos de seguridad de la entidad y la rotura de algunas lunas de cristal de la puerta y de algunas ventanas del edificio de este banco.
Informaciones procedentes de los sindicatos señalan que la dirección de Banesto habría dado orden a los servicios de seguridad de sus sucursales para que hicieran sonar las señales de alarma generales en el momento en que los piquetes trataran de entrar en las oficinas.
Puertas bloqueadas.
A primeras horas de la mañana de ayer, cuando algunos trabajadores y personal directivo de las sucursales acudieron para abrir las puertas al público se encontraron con que éstas estaban bloqueadas, bien porque se había inyectado silicona en las cerraduras, bien porque había candados o alambres que impedían que se abrieran. Fuerzas de la policía tuvieron que acudir para proceder a la apertura de las puertas que, en algunos casos, fueron cerradas posteriormente, tras la incorporación de los trabajadores a la huelga, ante la presencia y actividad de los piquetes informativos.
Escasa incidencia en Euskadi
Mientras que las cifras de participación efectiva en la huelga discrepan, según informeuna u otra parte, todos se muestran de acuerdo en que la incidencia de la huelga en el País Vasco, donde tienen su sede central dos de los siete grandes bancos y donde existe una importante presencia del resto del sector, fue muy pequeña. Fuentes sindicales han dado porcentajes de participación del 20% en Vizcaya, del 40% en Guipúzcoa y del 60% en Alava, provincia en la que la implantación sindical es bastante menor que en el resto.
La relativamente nula participación en la huelga de los trabajadores de banca en el País Vasco merece especial atención en medios sindicales y empresariales que no han ocultado su extrañeza. Fuentes de UGT han señalado que la no participación puede deberse tanto al hecho de que el sindicato LAB -sindicato abertzale de Euskadi- no sólo no se ha sumado a la huelga sino que ha hecho propaganda en contra de la misma, como a la escasa movilización que ha propugnado el otro sindicato importante, ELA-STV.
En el País Valenciano, la participación en la huelga ha sido del 50%, según fuentes sindicales, mientras que fuentes de los siete grandes sitúan el nivel de paro en el 45%. En Andalucía, el paro ha alcanzado a cerca del 80% del total de los trabajadores. En Zaragoza, según fuentes sindicales, la huelga afectó al 70% de los trabajadores, especialmente en los bancos Central, Bilbao, Santander y Vizcaya. Según CC OO, el director de una sucursal de Banesto en aquella ciudad amenazó verbalmente a integrantes de las comisiones de información e incluso se llegó a retener ilegalmente a un trabajador dentro de una de las surcursales, lo mismo que pasó en su sede central de Madrid.
Todas las informaciones recogidas señalan que el enconamiento en algunos casos ha llegado a enfrentamientos verbales. Los piquetes de información dirigían distintos calificativos, según el sexo de los que querían entrar a trabajar; en el caso de los hombres se les atribuía ser descendientes de un presidente de uno de los grandes bancos, mientras que los insultos a las mujeres eran bastante más vulgares y machistas. Los representantes de los bancos habrían amenazado con despidos y detenciones a los trabajadores.
Los paros en Barcelona y Madrid fueron los más numerosos y en esta última ciudad se paralizó la cámara de compensación bancaria. Los empleados de esta oficina entraron a trabajar a primeras horas de la mañana, después de que la policía les ayudara ante la presencia de un reducido piquete A media mañana se volvió a formar un piquete, en esta ocasión bastante más numeroso y se deci dieron a abandonar el edificio.
Manifestación en Barcelona
En Cataluña, la manifestación que protagonizaron ayer unos 2.000 empleados de banca en el barcelonés Paseo de Gracia fue la acción más destacada que se regis tró en la primera jornada de huelga del sector. Muchos manifestantes llevaban pitos y bocinas que hacían sonar profusamente cada vez que la marcha pasaba ante al guna oficina en la que los empleados no se habían sumado al paro. La manifestación, que se desarrolló sin incidentes, finalizó ante la sede de Banca Catalana, con una breve concentración en la que se acordaron nuevas acciones para la jornada de hoy.
Previamente, en los locales de los antiguos sindicatos verticales se había celebrado una asamblea de los trabajadores del sector, que en Cataluña emplea a unas 30.000 personas, para informar de la evolución del conflicto. Las estimaciones sobre el nivel de participación difieren sensiblemente según provengan de los partidarios o no de la huelga. Así, según los sindicatos convocantes, el 80% de los trabajadores de las provincias de Barcelona y Lérida han secundado el paro. Estas fuentes indican que la participación en Tarragona ha sido del 70% y del 5% en Gerona.
La huelga afectó principalmente a las oficinas del Bilbao, Santander, Central, Vizcaya y Popular y no tuvo prácticamente incidencia en el Hispano Americano, Catalana, Garriga Nogués, Cadesbank y Banesto. En la sede principal de esta última entidad se celebró ayer una asamblea, a la que asistieron unos cuatrocientos empleados, quienes en su inmensa mayoría se mostraron contrarios a sumarse al paro. Un portavoz sindical de Banesto, perteneciente a la tendencia asamblearia de no afiliados, señaló que su rechazo a participar en el paro obedecía a que "esta lucha no merece la pena, porque aquí no vamos a conseguir nada, pues lo que se puede ganar con un incremento de uno o dos puntos equivaldrá a los salarios que perderemos con el paro". En esta misma línea señaló que "no se debe participar en una huelga que es una provocación de la patronal" y añadió que era partidario de aplazar esta lucha a la negociación del próximo convenio dando una mayor amplitud a las reivindioaciones. Las valoraciones que se hacen desde los sindicatos y la patronal son, pues, diversas a partir de los datos que manejan cada parte. Para los sindicatos la convocatoria habría sido un éxito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.