El Corte IngIés, Simago y el grupo británico Guidehouse, interesados por la compra de Galerías Preciados

Al menos tres cadenas de grandes almacenes -El Corte Inglés, Simago y el grupo británico Guidehouse Nominees Limited- se han interesado hasta el momento por la compra de Galerías Preciados, adquirida hace año y medio por Rumasa al Banco Urquijo, según medios allegados a los nuevos administradores del grupo fundado por Ruiz-Mateos. Se trata de la operación de reprivatización con mayor interés, no sólo por la envergadura de la sociedad -la de mayor plantilla del holding, con unos 10.000 trabajadores y 50.000 millones de pesetas de facturación anual-, sino porque es propietaria también de Sears, Marcol y Mantequerías Leonesas.

Las gestiones, de acuerdo con las fuentes consultadas, son todavía muy preliminares. Aparte de que el Gobierno no ha concretado aún los criterios definitivos para la devolución al sector privado de empresas expropiadas, están condicionadas a la marcha del proceso expropiatorio. Apenas hace una semana que han tomado posesión los nuevos responsables de la segunda cadena española de grandes almacenes, tras El Corte Inglés.Por estos motivos, ni siquiera se ha empezado a hablar de las condiciones de la posible venta. Como para otras numerosas empresas pertenecientes a Rumasa, tampoco los interesados han realizado unas ofertas concretas. Sí se han registrado, en cambio, peticiones de información a distintos niveles, por parte de El Corte y Simago, sobre lo que podría exigir el Estado, según las fuentes mencionadas. Pero medios de ambas entidades, preocupadas por la hipótesis de que el Estado mantenga la propiedad, manifestaron ayer su extrañeza por las anteriores afirmaciones. "A El Corte Inglés nadie le ha dicho nada ni hemos pensado en el asunto. Estamos dispuestos a recibir información, aunque tampoco con esto quiero incitar a que nos la proporcionen", aseguró Juan Manuel de Mingo, consejero- secretario de la empresa.

En el caso de la sociedad británica, la oferta ha llegado por escrito, mediante un abogado español. El letrado indicaría en su carta que representa a la empresa Guidehouse Nominees Limited, con sede en Londres, y que los responsables de ésta se mostrarían dispuestos a estudiar la operación en una entrevista a la que acudirían cuando se fijara fecha. Al parecer, todavía no ha sido fijado el encuentro.

Según informa desde Londres Soledad Gallego-Díaz, Guidehouse Nominees Limited no figura en las guías empresariales británicas. Sin embargo, medios financieros de la capital británica apuntaron una posible relación, que no pudo ser contrastada ayer tarde, con la sociedad irlandesa Nominees Limited, perteneciente a Hill Samuel Group Limited, banco mercantil muy fuerte que gestiona un poderoso grupo industrial.

Pese a la citada carencia de criterios para las reprivatizaciones, fuentes solventes españolas no ocultan que habrá generalmente preferencia por compradores españoles, y entre ellos los que respondan mejor a las condiciones que se impongan y posean una solvencia más clara. Se recuerda que el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, declaró la pasada semana que las gestiones para la vuelta al sector privado, a través de la comisión de seguimiento que forme la CEOE, empezarían dentro de un mes.

Dificultades iniciales

Las dificultades iniciales para resolver este caso son, sin embargo, notables. Entre ellas figura, aparte del eventual intento gubernamental de no perder dinero en la operación o de recuperar lo más posible, la fuerte oposición de los sindicatos de la empresa, que apoyaron la expropiación y pidieron desde el primer día la permanencia en el sector público.Si El Corte Inglés reafirmara su interés y la compra llegara a prosperar, se reafirmaría el fuerte liderazgo que ha afianzado en los últimos años y ampliaría su medio millón de metros cuadrados de superficie de venta. A través de sus quince grafides centros actuales, acaba de cerrar su último ejercicio anual, que terminó el 28 de febrero pasado, con un incremento del 18% en las ventas, según las primeras impresiones. Su facturación se situa así, con pleno rendimiento del centro inaugurado en Zaragoza el año 1981 y con dos meses de actividad de los segundos grandes almacenes de Valencia, en unos 175.000 millones de pesetas, que unida a los casi 50.000 de Galerías arrojaría un primer ejercicio conjunto con más del cuarto de billón de pesetas.

Simago, en la que la Banca March incrementó en marzo del año pasado su participación, después de ganar la partida a Galerías en su diputa por la participación del Banco Popular (en torno al 28%), también ha registrado últimamente úna fuerte expansión. Tras la compra de la Inmobiliaria Simane por 3.000 millones de pesetas y la adquísión posterior al grupo Urquijo de Galeprix-Aurrerá (44 tiendas, 10 hipermercados de barrio y ocho supermercados Aurrerá que reúnen 1.200 empleados y facturan al año 10.000 millones de pesetas), Simago se ha convertido, con unos 90.000 millones de pesetas de facturación, en el primer grupo español de distribución de alimentación, si se cuentan las ventas de Promotora de Hipermercados, en la que participa con un 50% del capital.

Galerías Preciados, con 39 tiendas, intentó bajo la gestión de Rumasa penetrar en el mismo campo directamente, además de comprar Mantequerías Leonesas. A ello estaba orientado su proyecto de 18.000 metros cuadrados de superficie y 4.000 plazas de garage en La Vaguada, de la zona norte madrileña, que acaba de ser ratificado por el nuevo equipo, al frente el cual ha vuelto como director general Jesús Isla, que participó en los planes de reestructuración desde 1979 a 1971, hasta la llegada de Rumasa. Gráficamente, aquella operación consistió en un trueque: el Urquijo compró a Rumasa inmuebles y solares por 15.000 millones de pesetas, dinero que ingresó en Galerías para pagar deudas acumuladas por la cadena con el Urquijo, garantizar la ampliación de capital que daba mayoría al holding de la abeja y comprar el 23% directo e indirecto de participación que parece tenía el Urquijo.

Pese a que Rumasa anunció que equilibraría inmediatamente la empresa, gracias en gran parte al ahorro de intereses por la deuda que era cancelada (las pérdidas de Galerías habían pasado en los cuatro últimos años de 220 a 6.024 millones), parece que no lo llegó a conseguir. En los días de la expropiación, iban a presentar como balance del ejercicio 1982 unos 50 millones de pérdidas, pero fuentes de la actual administración han dicho que éstas ascienden a unos 4.000 millones.