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La Administración potenciará la formación de pilotos civiles a través de la ENA

La Escuela Nacional de Aeronáutica ha entrado en un período de normalización tras la crisis entre las autoridades civiles y militares

En los, últimos meses la ENA ha sufrido una transformación fundamental, ya que su director ha pasado de ser exclusivamente militar a civil. El intento de la Dirección General de Aviación Civil de que la reeestructuración se realizase sin traumas no ha sido posible. Los trabajadores y los alumnos así lo deseaban y, sin embargo, la comunicación de cambio de dirección provocó el abandono de la escuela de los 50 militares allí destinados por orden del Estado Mayor del Ejército del Aire.La Escuela Nacional de Aeronáutica abrió sus puertas en 1975, un año después de decretarse su creación. Entonces Iberia necesitaba 700 pilotos y había pensado también crear su propio centro de formación. Los pilotos militares abandonaban el Ejército para in corporarse a las filas de las líneas comerciales, con el consiguiente perjuicio económico de la institución militar.

Así, la Administración decidió, por una parte, la creación de la ENA, y por otra impuso á los pilotos militares la obligación de permanecer al menos ocho años de servicio en el Ejército antes de poder revalidar su título por uno civil. La escuela dependía de la Subsecretaría de Aviación Civil, del Ministerio del Aire. Su dirección fue militar, aunque desde el principio estuviera concebida con carácter civil. La experiencia de la escuela de polimotores y de transporte de Matacán se consideró interesante para su Iocalización en Salamanca.

Juan José Aldasoro fue el primer y único director de la ENA hasta el pasado mes de mayo. Otros jefes militares, oficiales y suboficiales le acompañaron en su destino como profesores y personal auxiliar. Aunque eI régimen interno del centro y su sistema de funcionamiento mantenía prácticas semejantes a las de un centro militar, otros 124 civiles profesores y trabajadores auxiliares administrativos han ejercido sus funciones en la escuela.

A partir de 1979 comenzaron a salir las primeras promociones de pilotos. Los 36 primeros fueron directamente a Iberia, camino que igualmente siguieron 30 de los 34 de la segunda promoción. Sin embargo, en esos años la compañía comercial continuó dando trabajo a pilotos militares, y cuando salieron los 36 jóvenes de la tercera promoción ya no había plazas en la citada compañía y comenzó el paro. Sólo dos consiguieron un trabajo en líneas aéreas, y seis se mantuvieron en la escuela como profesores observadores en prácticas. Cuarenta y cuatro pilotos que terminaron su formación el pasado año tampoco han encontrado un puesto de trabajo.

La ENA cuenta con instalaciones admiradas por las escuelas civiles de pilotos de otros países europeos, como la ENAC de Francia o la Lufthansa alemana. Una de las razones es que goza de un amplio espacio aéreo que permite la enseñanza sin dificultades, pero no es el único motivo: desde que la dirección de la escuela proyectó y puso en marcha el centro, hasta el momento actual, las instalaciones han mejorado de forma sustancial.

Junto al edificio de la escuela, cuya construcción impuso Sánchez Terán -igual que un aeropuerto colindante que apenas se utiliza- existe además una importante flota de 45 aviones, que los alumnos utilizan para su aprendizaje. Los estudiantes tienen a su disposición laboratorios de idiomas, de electrónica, simuladores de vuelo y otros aparatos. Todo ello hace que la enseñanza de uno de estos pilotos cueste al Estado alrededor de 10 millones de pesetas. Los estudiantes sólo abonan una matrícula y compran sus uniformes, tras acceder al centro después de pasar diferentes pruebas de conocimiento y de aptitud física y psíquica.

La actual Dirección General de Aviación Civil, de la que ahora depende la Escuela Nacional de Aeronáutica, ha incrementado en 70 millones los 121 del pasado año dedicados a gastos varios y mante nimiento. Además ha previsto la aplicación de un plan de urgencia en el que se incluye la construcción de un comedor, cocheras, taller de abastecimientos y remate del balizamiento, así como de iluminación de las pistas, valorado todo ello en más de 260 millones.

De los 45 aparatos que forman la flota de aviones de la escuela, hay 24 del tipo F-33, denominados Bónanias, monomotores de cuatro plazas, con las que los alumno del tercer curso inician sus prácticas. Después se instruyen en el manejo de la B-55, Barón, bimotor de seis plazas de cuyo modelo existen 10 aviones. Los últimos vuelos se realizan con dos A-100, bimotores de turbohélice, sistema similar al de transporte normal.

750 horas de vuelo para el título

Los jóvenes han de salir con 750 horas de vuelo para conseguir el título de piloto comercial de avión Una hora de vuelo en un avión semejante al primero de los tres modelos de la escuela, realizada en un aeroclub privado, puede costar alrededor de 15.000 pesetas, aunque los aspirantes libres a obtener un título en la ENA abonan por una hora de vuelo-prueba 5.000 pesetas, valor aproximado del combustible consumido.Los conflictos se iniciaron en la ENA cuando el nuevo Gobierno socialista decidió reestructurar la antigua Subsecretaría de Aviación Civil y convertir en instituciones civiles todas las que de ella dependían. La suspensión del reglamento del centro decretada por el director general, Pedro Tena, hace varibs meses, y el intento de adaptar el funcionamiento, presupuestos y organización a las nuevas directrices provocó la solicitud del director, el coronel Juan José Aldasoro, de pase a la reserva activa.

El teniente coronel Luis González le sucedió en el cargo. Mientras tanto, el comité de centro, representante de los 124. trabajadores civiles de la escuela, mostró su apoyo al proyecto ministerial. Pedro Tena visitó el centro el pasado mes y se entrevistó con personal y alumnos, que mayoritariamente también apoyan la nueva marcha de la ENA, esperanzados en encontrar soluciones a su futuro.

Tras la retirada de los militares, ordenada por el Estado Mayor al producu-se el cese del teniente coronel Luis González la pasada semana la nueva dirección provisional. supervisada directamente por Celestino Delgado, subdirector general de control de transporte aéreo, trabaja en la normalización del centro. Las dificultades se han ido solucionando en los últimos días con la entrega de material y archivos de los profesores militares a los civiles. Sin embargo, la relación que existía de medios y competencias entre la base aérea militar vecina y la escuela puede provocar aún algunos problemas.

De cualquier forma, la Dirección General de Aviación Civil se ha propuesto potenciar la ENA. A los títulos oficiales de piloto comercial de avión, de vuelo instrumental de avión IFRH 24, de piloto comercial de 1ª clase de aviación y radiofanista internacional, cuyos estudios se cursan en la ENA, se unen otros de helicóptero, línea aérea de avión, instrumental de vuelo de avión y helicóptero, de los que se pueden examinar como libres las personas preparadas con este fin. Se pretende que la ENA sea el centro de cátudios científicos de especialidades aeronáuticas, diferente de la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos.

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