Cantabria rescata recuerdos de José María de Pereda en el 150º aniversario del novelista
El principal paseo de la ciudad, una estatua en los jardines que llevan su nombre -obra del escultor L. Coullant- y un grupo inexpresivo de viviendas de las fabricadas en serie por la Obra Sindical del Hogar recuerdan en Santander la figura del más conocido de sus novelistas, José María de Pereda (1833-1906) de cuyo nacimiento se cumple ahora el 150 aniversario. Al hilo de la conmemoración se han venido celebrando conferencias, se encuentra expuesta una reducida pero notable muestra de su obra en la Biblioteca Municipal y la Universidad Internacional llevará a cabo un seminario en los próximos meses.
Diferencias con Galdós
A diferencia de su contemporáneo y amigo Benito Pérez Galdós -a pesar de las notables distancias políticas que les separaban-, Pereda no ha gozado del interés de las nuevas generaciones de forma masiva. Su localismo temático -en opinión de algunos críticos se trata más bien de provincialismo- que haría escribir a la Pardo Bazán "el huerto de Pereda aunque hermoso es demasiado limitado", puede estar, sin duda, en el origen del cierto olvido en el que se encuentra sumido uno de los novelistas de mayor éxito popular de las postrimerías del siglo pasado".Puede contribuir también a ese relegamiento, que lo es más por comparación con otros novelistas de la época -principalménte el ya citado Pérez Galdás-, el que sus obras sean en la mayor parte de los casos reflejo de una ideología tradicionalista en lo político, integralista en lo religioso y reaccionaria en lo social. Furibundo antiliberal, lo que no le impidió frecuentar la amistad de Pérez Galdós, con el que decía coincidir en todo menos en política y religión, participó en la política resultando elegido diputado a Cortes por Cabuerniga en 1872.
El fracaso de León
Un segundo intento le llevaría a León, saldándose con un rotundo fracaso. De esa experiencia en el campo de la política activa saldrían dos de las novelas menos consideradas por los críticos: Los hombres de pro y Don Gonzalo González de la Gonzalera.La conmemoración en Cantabria del 150, aniversario del nacimiento de Pereda, a falta del seminario organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y dirigido por el catedrático de la universidad de Santiago y estudioso del novelista cántabro, José Manuel González Herrán, no ha conseguido traspasar los límites del estrecho círculo de la intelectualidad regional, sin incidencia alguna en la opinión pública.
La exposición que se celebra en la Biblioteca Municipal Menéndez Pelayo es, no obstante la precariedad de medios, una muestra interesante al reunir entre un buen número de primeras ediciones, traducciones, reseñas periodísticas y correspondencia, los manuscritos de cuatro de sus obras, destacando el de Sotileza.
Manuel Revuelta, director de la Biblioteca Municipal, que disertó sobre el regionalismo literario, más que político-, de Pereda; Rafael Gómez, conservador de la Cásona de Tudanca -la tablanca de Peñas arriba-, que analizó con pasión la relación entre la novela citada, la última de su autor, publicada en 1895 y la Casona de los Cossio y Benito Madariaga, escritor y cronista oficial de Santander que intervendrá en los próximos días, han sido los encargados de traer a Pereda a la actualidad cultural cántabra.
El Ayuntamiento de Santander, que reeditará próximamente Pachín González, y el Ateneo de la capital de Cantabria con la organización la pasada primavera de un corto ciclo de conferencias completan, hasta el momento, el programa conmemorativo del 150 aniversario del nacimiento de Pereda.
Babelia
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