El abastecimiento de aguas a Valencia, a salvo de un escape radiactivo en Cofrentes

Ante una posible contaminación radiactiva de las aguas del Júcar procedente de la central nuclear de Cofrentes, siempre sería posible suspender el trasvase al canal Júcar-Turia, mediante el cual se abastece la ciudad de Valencia, "y dejar el canal en seco hasta que las aguas vuelvan a tener la calidad exigible".

Ésta es la conclusión más importante de un estudio sobre la central y el abastecimiento de aguas a la ciudad que ha elaborado el ingeniero jefe de aguas del Ayuntamiento de Valencia, José Miguel Muñoz.El informe fue encargado por el alcalde, Ricard Pérez Casado, para tener elementos de juicio ante la posibilidad de efectuar una nueva toma de aguas para el canal Júcar-Turia, del que se abastece la ciudad de Valencia, en un punto del río Júcar más alto del actual, que está en el embalse de Tous, por debajo del punto en que la citada central, que comenzará a funcionar en el próximo mes de octubre, toma agua para refrigeración y la devuelve posteriormente al cauce.

Pérez Casado había manifestado poco después de las inundaciones de octubre de 1982, que destruyeron la presa de Tous y dañaron parte de las instalaciones de la central, que estaba decidido a construir un nuevo canal aguas arriba para evitar una eventual contaminación en el abastecimiento de Valencia.

El peligro potencial de los vertidos líquidos de la central al Júcar es, según el informe municipal, como máximo, igual al de las demás centrales de sus características que se encuentran en funcionamiento".

El informe señala también que "los cauces receptores de esos vertidos, en la mayoría de los casos, disponen de caudales superiores a los del Júcar, que puede llegar en época de sequía a los 30 metros cúbicos por segundo".

De todas formas, ello "no debe afectar de manera alguna a los niveles tolerables de radiactividad del citado río, siempre y cuando existan unos elementos de control adecuados que dispongan un funcionamiento de las centrales acorde con los proyectos aprobados que merecen una garantía absoluta".

Es urgente, según el mencionado informe, que "el organismo responsable de la seguridad nuclear, el Consejo de Seguridad Nuclear, disponga de los instrumentos y personal de control preciso en la central nuclear de Cofrentes para que la normativa exigible se aplique en su totalidad y, por tanto, garantice absolutamente la calidad de las aguas del Júcar. Y lo anterior debe estar listo antes de que dicha central nuclear entre en operación", es decir, antes de la segunda quincena del mes de octubre, aproximadamente.

En el documento se dice también que, con referencia a los controles de radiactividad del agua potable, "la Sociedad de Aguas Potables, concesionaria de este servicio público, debe aportar a la mayor brevedad información precisa de cómo va a realizar estos análisis, especificando qué laboratorio especializado los va a realizar, así como la metodología a seguir".

Pantano de Tous

El embalse de Tous, de gran capacidad, "reducirá considerablemente cualquier posible contaminación de las aguas del canal de trasvase Júcar-Turia, ya que aumentaría la dilución hasta niveles deseables".En cuanto una posible situación de contaminación radiactiva de las aguas, lo que se considera "de difícil factibilidad, a la vista de todos los medios puestos en la seguridad de la central nuclear", siempre existe la posibilidad de dejar el canal en seco, "dado que desde el punto de vertido de la central a la toma del canal de trasvase transcurre un período de tiempo considerable, más de ocho horas".

Durante este período, y tal como ocurrió cuando la desaparición de la presa de Tous dejó seco el canal, "Valencia dispondría de agua potable, como en esa ocasión, a través del equipo de bombeo instalado en el río Magro, y que se pondría a funcionar de inmediato, proporcionando los caudales necesarios para el normal abastecimiento de Valencia y su área de influencia".