Dos patrones de pesca, presos desde agosto en Mauritania, serán juzgados en noviembre
Dos patrones de pesca gallegos, ambos vecinos de Buen (Pontevedra), permanecen detenidos en una prisión de Mauritania, desde primeros de agosto pasado, después de ser sorprendidos los barcos que mandaban faenando en aguas jurisdiccionales de aquel país. Ambos esperan ser juzgados el mes próximo. Uno de ellos, Benito Fazados, de 46 años, y con seis hijos, presenta un estado psíquico preocupante y está siendo asistido en actualidad por un médico español del Instituto Social de la Marina, que lo visita periódicamente en la prisión.
Los dos pescadores, pendientes de un juicio aún no señalado, son considerados por las autoridades mauritanas como "delincuentes" y, ante los rumores llegados a Galicia de presuntos malos tratos e n la cárcel, fuentes de la embajada mauritana en Madrid han manifestado que "reciben el mismo tratamiento que cualquier delincuente mauritano". Los familiares del presidente de la Asociación Española de Titulados en Naútica-Pesquera, José Manuel Muñiz, han denunciado la actitud del armador Manuel Freire, natural de Vigo, pero con base en Las Palmas, "que se ha desatendido completamente del problema, rehusando incluso hablar con las familias".El pesquero Isla Montaña Clara, del que es patrón Benito Fazados, fue apresado el 6 de agosto pasado y conducido por una patrullera al puerto mauritano de Nouadhibou. Incomprensiblemente, los familiares de los tripulantes tendrían noticia de este suceso un mes después, cuando el 5 de septiembre era apresado, otro barco de la misma casa armadora, el Andino, del que era patrón de pesca José Guillermo González, de 35 años, padre de tres hijos. Según Muñiz, que fue su compañero de navegación en otro tiempo, "Benito tiene un carácter muy sensible y emocional y psicológicamente está muy afectado, por lo que sería dramático que se prolongara mucho esta situación".
Inhibición del armador
A la larga odisea de estos pescadores hay que unir la de sus familiares, que, ante la inhibición del armador y careciendo de medios económicos, "pues nos han negado también los salarios", llevan un largo peregrinaje ante los distintos organismos.Adelaida Soto y María del Carmen Molais, esposas respectivamente de Benito y José Guillermo, declaraban a este periódico que han tenido muchas dificultades para mantener un contacto epistolar con sus maridos, aunque la mediación de la embajada española en Mauritania parece que va a aliviar esta situación.
El presidente de la Asociación de Titulados en Naútico-Pesquera, explicó que había mantenido esta última semana en Madrid entrevistas en el Ministerio, de Asuntos Exteriores, Instituto Social de la Marina y ante el encargado de negocios de la embajada de Mauritania. "Las perspectivas", afirmó, "son ahora más esperanzadoras, tras la incertidumbre de los días pasados; tenemos un fuerte hándicap y es que no existe acuerdo pesquero entre España y Mauritania, y en este país, que, al parecer, desea el convenio, hay una creciente preocupación para proteger sus recursos pesqueros; posiblemente, el embajador reciba a los familiares de los dos compañeros la próxima semana".
Aunque la vista del juicio puede tener lugar a mediados de noviembre, la resolución del caso, según se afirmó en medios diplomáticos mauritanos, se ha retardado debido a la incomparecencia del armador, "que no ha querido asumir ninguna responsabilidad". Manuel Freire Veiga, poseedor de una importante flota en Las Palmas no sólo ocultó la noticia del apresamiento del primer barco, según los familiares, sino que incluso ahora se niega a mantener contacto con ellos, siquiera por teléfono.
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