El tiempo meteorológico, factor muy influyente
Las condiciones meteorólogicas influyen de manera muy notable en las competiciones sobre nieve y hielo. Mientras en estas últimas pueden no llegar a afectar nada, no sólo por disputarse en pistas cubiertas, sino por hacerlo en recintos mantenidos artificialmente, en las de nieve, con reco rridos rriticho más largos y en la naturaleza, el clima resulta decisivo.La falta de visibilidad por la niebla o por el mal tiempo, si no se ve a ccrtas distancias (que varían según las pruebas alpinas), puede llevar a las suspensiones. La falta de nieve es un problema a solucionar actualmente con las máquinas o cañones que la pro ducen de modo artificial a base de enfriar agua, que, al salir por la boca del aparato, se convierte en nieve, o bien trasladándola a las pistas desde otros lugares. El Ejército Popular Yugoslavo, como aquí se le llama, ha ayuda do, por ejemplo, de forma decisiva, estos días, incluso para asentar la nieve existente y, según los pronósticos, deberá seguir haciéndolo. Ha invertido ya en múltiples trabajos más de 150.000 horas. Ayer hacía más frío en Sarajevo, pero lucía un sol espléndido, por lo que se teme otro verano invernal como aconteció el año pasado.
En la historia de los Juegos Olímpicos y del esquí alpino, sobre todo, los cambios de programación no son raros y se han sucedido desde la primera edición de Chamonix, hace 60 años. El descenso, que requiere la mayor visibilidad y perfección de la pista por las velocidades alcanzadas, más de 100 kilómetros por hora, se programa precisamente en la primera jornada de las pruebas alpinas para poder aplazarlo sin mayores problemas en caso de necesidad.
El reglamento de la Federación Internacional de Esquí prohibe celebrar competiciones a temperaturas inferiores a menos 20. El gran frío no sólamente puede helar los ojos, orejas o pies del esquiador de fondo, sino quemarle los pulmones. En biatlón, la prueba conjunta de esquí nórdico y tiro, las balas de la carabina no pueden alcanzar la trayectoria deseada por el tirador. En bobsleigh y luge, a tan bajas temperaturas, el propio aliento de los participantes empaña totalmente sus cascos y les impide la visión. Lo mismo ocurre en el descenso alpino con esquíes. La solución para estos casos podría estar en una crema probada por la NASA, que consigue mantener la visión hasta los menos 150 grados.
En las pistas de Sarajevo, al margen de la falta de nieve, el problema es la inestabilidad meteorológica, que, además de aplazar el descenso preolímpico de 1983 (la pista también se ha arreglado para evitar rugosidades excesivas en algunas de sus partes), alteró las pruebas nórdicas. En los 30 kilómetros, con tiempo estable al comienzo, cayeron de repente 30 centímetros de nieve durante la prueba y la clasificación cambió según el dorsal de los participantes.
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