La sucesión de Andropov
La Repubblica( ... ) La Unión Soviética continúa siendo para Occidente un enigma, como lo fue hace 30 años cuando la muerte de Stalin. Sin embargo, siempre se despierta alguna esperanza, un deseo, una necesidad de que la URSS se convierta en un interlocutor claro, seguro y que inspire confianza. Un interlocutor de acuerdo a la medida de la civilización y de la cultura. En los últimos 30 años no hemos podido encontrar en la Unión Soviética una actitud semejante. Y ahora, con motivo de la muerte de Andropov, nos planteamos interrogantes sobre el futuro y nos asombramos de que persistan los mismos ritos. Éste es un signo demostrativo de que no quiere oír a los otros, a los occidentales.En un mundo que ha conocido la más extraordinaria transformación de su historia existe un gran país, una gran Civilización, un gran imperio que no responde a los ,grandes interrogantes que se plantean en estos momentos.
13 de febrero
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