El Ayuntamiento de Granada discrepa de la decisión de la Junta de Andalucía de paralizar el proyecto de Los Alijares

El Ayuntamiento de Granada acatará -aunque no está de acuerdo con ella- la decisión adoptada el martes por el consejo de gobierno de la Junta de Andalucía, en el sentido de paralizar el proyecto de la urbanización Los Alijares de la Alhambra, por el que se pretende construir un total de 230 viviendas unifamiliares; en la ladera sur del cerro Sabika, junto al recinto monumental y los jardines del Generalife, hecho denunciado el pasado sábado en este periódico.

El alcalde de la ciudad y parlamentario andaluz, Antonio Jara, manifestó ayer, durante una conferencia de prensa convocada con este único motivo, que la corporación granadina no desea entrar en conflicto ni caer en la dinámica del enfrentamiento institucional con el Gobierno autonómico, pero se mostró duro con la actuación seguida en el caso por la Consejería de Cultura, cuyo titular, Javier Torres, era miembro de la corporación granadina que aprobó en su día la concesión de licencia municipal al proyecto."Se trata ésta", dijo Antonio Jara, "de una polémica precipitada, artificial y muy confusa, instrumentada desde la Junta de Andalucía, ajena a Granada y ajena a la propia Alhambra, con objetivos oscuros y en la que parecen haber perdido de pronto la memoria un número importante de personalidades". ,

"Creíamos y creemos", añadió el alcalde, "que el proyecto de Los Alijares es bueno para la ciudad. Tenernos razones políticas para así pensarlo y estamos tan convencidos de ello que yo estoy dispuesto a participar en un de bate público con la Junta de Andalucía y con su Consejería de Cultura, pero en Granada, y para que nos oiga Granada entera, no en ningún despacho y entre cuatro paredes".

La paralización de la licencia de edificación del polémico complejo residencial de Los Alijares se desprende del decreto aprobado por la Junta de Andalucía en su reunión del martes, por el que se incoa expediente de declaración del conjunto monumental Alhambra-Generalife en favor de su ampliación y la delimitación de la zona de protección de su entorno. En uno de los puntos del decreto se hace saber al Ayuntamiento de Granada que "todas las obras que vayan a realizarse en el monumento cuya declaración se pretende, o en su entorno propio, no podrán llevarse a cabo sin la aprobación previa del proyecto correspondiente" por parte de la Dirección General de Bellas Artes de la Consejería de Cultura del Gobierno andaluz.

La corporación municipal granadina no ha recibido aún, sin embargo, notificación alguna del acuerdo, ni tan siquiera una carta sobre el tema. "No comprendernos", dijo Antonio Jara durante la conferencia de prensa, "cómo este ayuntamiento ha sido orillado en el tema, a pesar de que era la administración más directamente implicada en él".

Ceses fulminantes

El acuerdo de la Junta sobre la licencia de edificación de Los Alijares ha venido acompañado además del cese fulminante de cuatro de los miembros de la comisión provincia¡ del Patrimonio Histórico-Artístico, cuyo visto bueno al proyecto fue uno de los dos documentos principales exigidos en su día por el ayuntamiento granadino para conceder el correspondiente permiso municipal para la construcción del polémico complejo urbanístico.Se trata de Vicente González Barberán, que era en la actualidad vicepresidente de la comisión y consejero de Bellas Artes; José Antonio Llopis, que

representaba a los servicios técnicos de la Dirección General de Bellas Artes; Joaquín Prieto-Moreno, que es el arquitecto conservador de la Alhambra, y Eduardo Ortiz, que representaba a la delegación granadina de la Consejería de Política Territorial de la Junta, y anteriormente al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, pero que es; además el arquitecto autor del proyecto de Los Alijares.

Lógicamente, las reacciones a la decisión del Gobierno andaluz no se han hecho esperar, y aunque la mayoría de las opiniones hasta ahora expresadas está de acuerdo en lo esencial, con la medida y todo lo que ésta supone de protección para la Alhambra y su entorno, no son pocas, sin embargo, las que difieren en cuanto a la oportunidad y la forma en que el acuerdo de la Junta se ha producido. Sobre todo, porque se considera que se podía haber avisado con tiempo al ayuntamiento y no dar lugar a que éste llegara a comprometerse totalmente con el proyecto.

González Barberán, por su parte, ha declarado que la comisión que él presidía se limitó a hacer suyo el informe previamente emitido por el Patronato de la Alhambra y el Generalife, y que por la misma razón que se ha destituido ahora a los miembros de aquélla con carácter retroactivo, deberían cesarse igualmente a los del patronato, cuya presidencia ostenta el ministro de Cultura y entre cuyos miembros más destacados figuran el director general de Bellas Artes y distintos catedráticos de arte.