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MURCIA

Reclamación para que sean devueltos unos terrenos que el ejército expropió hace 40 años

Los descendientes legítimos de una parte de los antiguos dueños han iniciado los trámites legales para reclamar un terreno de 500 hectáreas, sito en la zona del mar Menor (Murcia), que fue expropiado a iniciativa del Ejército del Aire hace 40 años para construir allí un aeródromo militar cuyas obras aún no han comenzado. Los herederos valoran ahora la extensión total expropiada en unos 20.000 millones de pesetas.

Los terrenos están delimitados por la carretera nacional 332, de Los Urrutias a Cartagena, el cabezo de El Carmolí y la costa del mar Menor. Han transcurrido más de 40 años desde que se realizaron los expedientes de expropiación forzosa y hasta la fecha, según los descendientes de los antiguos propietarios, no se ha realizado tal aeródromo.El abogado Juan Muñoz Trancho, en representación de parte de los descendientes de los antiguos propietarios, ha iniciado las acciones legales para conseguir la devolución de los terrenos. Se apoya fundamentalmente en el Reglamento de Expropiación Forzosa, cuyo texto señala que "procederá la reversión a sus legítimos dueños cuando quedaren de hecho bienes o terrenos sobrantes y hubieran transcurrido cinco años desde la terminación de la obra o establecimiento del servicio".

Una pistola para firmar

La amplia extensión de tierra ahora propiedad del Ejército del Aire tiene cuatro kilómetros y medio de playa virgen y es una de las pocas zonas sin urbanizar que quedan en la costa del mar Menor. Si fuese parcelada esta zona, podrían tener cabida 3.300 apartamentos con sus correspondientes áreas de servicios, según cálculos aproximativos.Una de las personas que reclaman los terrenos es Joaquín Zapata Alcaraz, hijo de Pilar Alcaraz Solano, ya fallecida, propietaria de 77 hectáreas del conjunto, que le fueron expropiadas el 23 de octubre de 1943, a iniciativa, del Ejército del Aire. Según señala el abogado Muñoz Trancho, Pilar Alcaraz fue obligada a firmiar la escritura con una pistola en la cabeza, y recibió por la expropiación 36.076 pesetas. Otras pequeñas fincas fueron también sometidas a expediente de expropiación forzosa hasta completar las 500 hectáreas que hoy configuran el llamado aeródromo de El Carmolí.

Sin embargo, dichos terrenos "nunca fueron acondicionados como aeródromo", indica Muñoz Trancho, "y sólo los más viejos del lugar recuerdan haber visto aterrizar allí aviones; además, eran aquellos viejos cazas monoplazas y biplazas, que, dada su simplicidad, podían utilizar cualquier erial para sus maniobras de aterrizaje o despegue". El informe pericial sobre el terreno corrobora estas afirmaciones.

Estas alegaciones no han sido tenidas en cuenta por el Ministerio de Defensa, que se niega a proceder a la reversión de los terrenos. En la contestación remitida por el director general de Infraestructura, Valentín Barriga Daz, a Juan Muñoz Trancho, se indica que "el aeródromo de El Carmolí sigue siendo de interés para este Ministerio" ya que "está incluído en el grupo primero de zona e instalaciones de interés para la defensa nacional".

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