Las listas negras como arma de presión e instrumento de control
La guerra fría que se desencadenó entre Estados Unidos y la Unión Soviética pocos años después de finalizada la segunda conflagración mundial dio origen al sistema de boicoteo comercial que tiene en las llamadas listas negras uno de sus ejemplos más claros. Aquel viejo uso sigue presente con los mismos protagonistas y otros nuevos. Desde la guerra árabe-israelí de 1967, los países árabes, aglutinados en torno a la Liga Árabe, primero, y posteriormente en la Oficina Central del Boicot Árabe a Israel, han desarrollado una auténtica labor de espionaje para detectar qué empresas que comerciaban con los países árabes tenían vínculos con Israel, para incluirlas en sus correspondientes listas negras.
Ahora el monopolio de este sistema de boicoteo está en manos de los países árabes, que lo aplican con una flexibilidad extrema; pero hay otras formas sutiles de provocar los mismos efectos con diferente nombre. Y en esto son maestras las multinacionales norteamericanas. La razón que esgrimen se centra en la reexportación de tecnología de doble uso.
Las empresas españolas también se han visto afectadas por esta modalidad de lista negra, y alguna de ellas, como Piher, todavía mantienen vivo el contencioso. Las empresas transnacionales norteamericanas funcionan como brazo ejecutor de las decisiones del Gobierno -con Reagan, que siguió la línea emprendida en esta materia por el presidente Carter, se han endurecido las condiciones-, que ha decidido sancionar a aquellas empresas que, sobre bases tecnolólgicas norteamericanas, exporten a países del Este.
Más empresas afectadas
Recientemente otras ocho empresas españolas -Arsam Suministros, Riegos Automáticos Programados (Rapsa), Renta Inmobiliaria, Tahal Ibérica, Río Jarama, Industrias Aronvat, Ricorvi y Degem Systems Española- pasaban a engrosar las listas negras de los países árabes. "Su inclusión", afirma un portavoz de la Liga Árabe en España, "no es caprichosa". Es el resultado de una amplia labor de espionaje desarrollada desde la sede central en Damasco de la Oficina Central del Boicot Árabe a Israel. La nómina de empresas españolas en dicho catálogo es la más extensa, representando el 28%. del total.
La existencia de las listas negras representan una incomodidad adicional para las relaciones comerciales con los países árabes. Las exportaciones españolas a esa zona durante los cinco primeros meses del año superaron los 90.200 millones de pesetas. En el mismo período, las exportaciones a Israel se elevaron a 5.307 millones de pesetas.
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