Ingresan en prisión, acusados de "asesinato múltiple", los dos detenidos en Bayona

Pierre Frugoli y Lucien Mattei, los dos ciudadanos franceses detenidos como supuestos autores del asesinato de los cuatro presuntos miembros de ETA el pasado miércoles ingresaron ayer en la prisión de Bayona acusados de "asesinato múltiple, con premeditación y tenencia ilícita de armas" por un juez de la misma localidad. De las declaraciones de Frugoli a la policía francesa, a la que reconoció su participación en el atentado, se desprende que ambos recibieron una oferta económica equivalente a un millón de pesetas, respectivamente, por participar en el atentado. A dicha cantidad se añadiría un millón más por cada miembro de ETA que resultase muerto en la operación.Los dos detenidos prestaron ayer declaración en la Prefectura de Bayona, que los puso a disposición judicial. Pierre Frugoli, de 24 años, y Lucien Mattei, de 41, tenían antecedentes policiales, según reconocieron las autoridades francesas, que consideran que ambos pertenecen a los bajos fondos de Marsella. Se considera que Frugoli mantiene una relación directa con el hampa marsellesa, mientras que Mattei ha permanecido varios años en la cárcel, acusado de haber cometido delitos comunes. Las autoridades han remitido el estudio de balística, realizado tras la recuperación de las dos pistolas automáticas, a los laboratorios de la policía en París.

La policía francesa está convencida de la participación de un tercer hombre en el atentado perpetrado por los GAL, que costó la vida a cuatro refugiados vascos en Bayona (Francia). Las autoridades francesas disponen de un retrato robot que correspondería a las facciones del tercer hombre que se estima participó en el atentado. Un individuo joven, moreno, con pelo largo, liso y con flequillo serían las primeras características del tercer hombre, que, según aseguraron fuentes solventes a este periódico, su intervención en el atentado consistió en señalar a los refugiados que posteriormente serían asesinados.

En este sentido, en círculos próximos a los refugiados se insistía en que el atentado hubiera podido provocar una matanza dadas las condiciones físicas del establecimiento, que tan sólo dispone de una estrecha barra, en torno a la que se agolpan los clientes.

Las autoridades francesas consideraron decisiva en la detención de Frugoli y Mattei la intervención de un paracaidista de Bayona. Al parecer, el mencionado militar, que reside en las proximidades del lugar donde se produjeron los hechos, oyó los disparos e inmediatamente salió de su casa, logrando interceptar a los dos marselleses. Los presuntos asesinos le amenazaron apuntándole con dos pistolas en la cabeza, a menos de un metro de distancia, y le obligaron a permanecer en el lugar donde les había interceptado, mientras ellos se daban a la fuga. Sin embargo, los dos individuos fueron nuevamente retenidos a escasos metros de distancia, por un nutrido grupo de residentes vascos. Posteriormente, el grupo de exiliados entregó a los dos individuos a una patrulla policial.