Dos estilos de análisis ante el periodo de ajustes
El nuevo máximo anual conseguido ayer por el mercado de valores madrileño continúa planteando una buena serie de interrogantes a los que las dos corrientes de análisis, fundamental y chart, no parecen encontrarle la solución. La inversión exterior se ha mostrado como una variable independiente a la que hasta ahora se le había concedido escasa importancia, ya que solía acompañar los movimientos internos del mercado. Esto no quiere decir que los volúmenes aportados desde el exterior hayan sido en ningún momento espectaculares, y sólo la coincidencia con un período de ajustes, en el que la contratación decae sensiblemente, ha potenciado la incidencia de estos compradores.Coincidiendo con esta situación, las especulaciones sobre las posibilidades de las diferentes compañías eléctricas para hacer frente al pago de dividendos en un porcentaje similar al que venían repartiendo han abierto otra serie adicional de interrogantes sobre el futuro a corto plazo de este sector. Como sucede en los mitos -del eterno retorno, cuando todo parecía terminar, se ha topado de nuevo con la situación inicial. Las diferentes evoluciones de las cotizaciones de estos valores tan sólo indican, por el momento, que, después de casi un año de negociaciones, las ideas siguen sin estar claras, lo que también se refleja en el mercado a crédito, prácticamente simbólico y con una preocupante tendencia al equilibrio.
Lo positivo vuelve a situarse en torno a unos pocos valores, entre los que hay que destacar los de alimentación, bebidas y tabaco, sin que la abigarrada composición del sector logre establecer diferencias significativas entre sus componentes, ya que el dinero parece preferirlos a todos.
También los bancos continúan gozando del favor de los compradores y aprovechando esta circunstancia para ganar posiciones. Los saldos de los siete grandes eran ayer compradores, después de haber soportado un pequeño período de realizaciones de beneficios que no ha afectado demasiado a los precios. No acompañó Telefónica, que acusó el esfuerzo de la sesión anterior, por lo que el resto del empujón alcista quedó en manos de algunos valores industriales, los mismos que en la sesión anterior habían causado no pocas sorpresas.
El precio del dinero, mientras tanto, continúa recuperándose a corto plazo. Los pagarés del Tesoro negociados en bolsa alcanzaron unos tipos de interés anual entre el 10,375% y el 10,625%, con lo que superan en más de un punto el rendimiento de los que se negociaron a tres meses. De mantenerse esta situación, la renta variable puede vivir momentos difíciles si la actual corriente compradora da muestras de cansancio, aunque la imposibilidad de hacer previsiones en este sentido ya está planteando problemas bastante importantes.
Los derechos de suscripción de Finanzauto, SA, se negociaron a.46,50 pesetas, que, unidas a las que se abonaron como dividendo, suman 14 enteros, de los que las acciones viejas descontaron solamente 12, situando de esta manera su precio 10 enteros por debajo de las nuevas.
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