El tema de Melilla
Las revueltas de Melilla constituyen un muy serio motivo de preocupación para todos. Tras las manifestaciones con mujeres y niños, que, por su orquestación, no parecen precisamente movidas sólo por motivos locales, a las que se añade esta especie de pulso en forma de cierre de establecimientos comerciales, es preciso tomar muy en serio la situación. La población musulmana, si sigue todo sin alteración especial ninguna, puede concluir por considerar como enemiga a la de origen peninsular, y si hay torpezas en la Administración se puede además ampliar una tensión que puede complicar muchas cosas.El origen aparente de todo se encuentra en la ley de Extranjería, y en torno a ella es como se deben comenzar a buscar las soluciones.(...) Las características del pueblo rifeño circundante, que en parte sustancial carece de sentido de la nacionalidad respecto a Marruecos; los bajísimos niveles de renta que perciben en sus lugares de nacimiento; los lazos especiales que se crearon entre Melilla y la población circundante a lo largo de la historia, pero de modo muy especial a partir de la Conferencia de Algeciras de 1906 y del protectorado español subsiguiente; las facilidades comerciales derivadas del especial régimen económico de la plaza; ahora mismo las amplias posibilidades de futuro que para su futuro pueden desprenderse de la integración de España en la CEE, constituyen algo que explica la lenta penetración de población musulmana, sobre todo rifeña, en el seno de esta ciudad.
El no prever las características especiales de algunos grupos de población que buscan el amparo de España cuando emigran de sus hogares es un hueco muy serio que tiene la vigente ley de Extranjería. (...) Si, además, como sucedió por cierto en algún otro problema norteafricano, por motivos electoralistas un Gobierno se alía con algún talante cerradamente xenófobo, y si nos apuran racista, surge un extraño monstruo al que se le debe atajar el camino. (... )
Démonos cuenta que tanto las amenazas de Libia como las continuas presiones de Marruecos pueden encontrarse unidas, e incluso ampliadas, en el deseo de explotar alguna situación grave. (...)
30 de enero
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