Expulsados dos alumnos de un patronato militar tras una huelga por cuestiones de disciplina

El departamento de Acción Social del Ministerio de Defensa ha decidido expulsar definitivamente a dos internos y suspender momentáneamente a otros dos para intentar poner fin a los incidentes -entre ellos, una huelga de 48 horas- que han alterado la vida académica en el patronato militar Virgen del Puerto, de Santoña, donde estudian unos 600 jóvenes.

Los protagonistas de los hechos son Manuel Fernández Torres, Juan Francisco Sánchez Pascual, Enrique Uguet Heidelman y Emmanuele Almela Bendicho, pertenecientes a familias de militares. Los dos últimos podrán, tras un apartamiento de 15 y 30 días, respectivamente, retornar al patronato, en tanto que Fernández Torres y Sánchez Pascual han sido definitivamente expulsados.Fernández Torres, alumno de COU, hizo en una declaración jurada, que se incorporó al informe incoado, un relato de los hechos que provocaron 48 horas de no asistencia a clase por parte de todos los alumnos y ciertas tensiones que han alterado estos días la vida académica en el centro.

"Terminada la misa del domingo", dice, "el teniente Eliseo Zurdo (responsable de la disciplina entre los internos) nos reunió a todos en el pabellón contiguo a la capilla para reprocharnos nuestra mala conducta en el templo, refiriéndose a que la gran mayoría de nosotros había asistido a la ceremonia con las manos en los bolsillos". "En misa no es para estar con las manos en los huevos", dijo el teniente, según afirma el alumno. Uno de los estudiantes, Sánchez Pascual, esbozó entonces una sonrisa, y el teniente le amenazó: "te voy a a dar dos hostias que van a volverte la cara del revés". Siempre según el testimonio del expulsado, el citado oficial les manifestó que no les tenía ningún respeto y les calificó de "basura".

Los protagonistas principales de los incidentes se quejaron al coronel Vázquez, director del patronato, de "haber sido objeto de falta de respeto y amenazas por parte del teniente".

La mayoría de los alumnos, en escrito dirigido al general director de Acción Social del Ministerio de Defensa, se solidarizó con los expulsados, e igual postura tomó el claustro de profesores, aludiendo al daño irreparable que la suspensión del proceso educativo puede causar a los sancionados.

El director del patronato ha mostrado su sorpresa por el eco que tales incidentes ha tenido en la Prensa. "Aquí", precisa, "no ha ocurrido más que la vulneración estrepitosa del reglamento del internado por unos alumnos obligados a cumplirlo. Los dos expulsados, si las familias lo desean, podrán seguir estudiando aquí, pero han perdido los beneficios que les asistían como internos".