La exclusiva publicitaria: del marcador a las bebidas del bar

El comité organizador y Expublisa firmaron el 27 de diciembre de 1982 un contrato de exclusiva publicitaria que ha terminado por ser polémico. A cambio del cumplimiento de las 15 estipulaciones de que consta, Expublisa ofrecía 200 millones de pesetas. Por entonces, se consideró un gran contrato. Actualmente, las opiniones coinciden en el seno del comité en todo lo contrario."La Federación Española de Baloncesto concede a Expublisa la exclusiva publicitaria del extenor e interior de los pabellones deportivos...". Así reza la primera estipulación, que se detalla a continuación en aspectos tales como "la explotación comercial íntegra de los bares y expedición de bebidas" ,"los relojes de tiempo situados en paredes y pistas de juego y mesas de cronometradores", "los uniformes del personal de estadística y auxiliar que presten servicio en los pabellones", entre otros.

En la cláusula undécima se especificaba como exigencia a la federación "incluso solicitar la intervención de la fuerza pública para que durante los encuentros de baloncesto no se exhiban, por parte del público asistente, en los recintos deportivos pancartas que contengan anuncios publicitarios de ningún tipo de productos o marcas".

El comité organizador se comprometía a gestionar con TVE la retransmisión de 35 encuentros en directo. Dicha gestión se llevó a cabo, con posterioridad, con la firma de una carta de intenciones. Actualmente, fuentes de TVE sostienen que habrá unidades operativas en todas las canchas y que "se está en disposición de ofrecer cualquiera de los 90 partidos que van a celebrarse", pero la obligatoriedad de llegar a los 35 parece, más que nada, una cuestión de palabra. Por cada partido de menos que se ofrezca el comité deberá indemnizar a Expublisa con casi seis millones, mientras que por cada partido que sobrepase esa cifra la compensación de Expublisa al comité será de uno.

Los acuerdos con Eurovisión provocaron un importante matiz, puesto que dicho organismo prohibía el uso publicitario de los centros de la cancha, así como de los fondos. Todavía se discute si la publicidad de cada fondo irá a 30 o 60 centímetros de la línea de juego.

Sin embargo, dicho contrato comenzó muy pronto a provocar diferencias porque cualquier aspecto del Mundial requería autorización de Expublisa. Todo empezó a ir con retraso. Así, el comité decidió también contratar por su cuenta. Pero el último conflicto surgió con la negociación de un anuncio con El Corte Inglés en el que figurarían los jugadores de la selección vestidos con prendas de calle. Expublisa solicitó su comisión sobre ese anuncio y las relaciones se enfriaron aún más. La posibilidad de que la firma Cola Cao repartiera gratuitamente varios cientos de miles de camisetas con la mascota del Mundial quedó frustrada por un motivo similar.

Actualmente, todas las sedes han decidido ir por su cuenta y riesgo. Por no estar en circulación, no existen ni carteles anunciadores del acontecimiento. Todas las sedes han firmado un documento solicitando la denuncia del contrato. Algunas de ellas, caso de El Ferrol, Oviedo o Málaga, han puesto a la venta abonos para el Mundial sin tener todavía posesión de las localidades. Para ello, han tenido que recurrir a vender vales nominales canjeables por las entradas.

La situación ha llegado a tal punto que en esta semana se celebrará una reunión entre miembros del comité organizador y Expublisa para dar por zanjado el conflicto. Ambas partes no han negado la posibilidad de una ruptura cuando sólo faltan tres meses para el campeonato.