Contadora sigue
DESPUÉS DE momentos de confusión y dudas, la reunión de Panamá de los cancilleres del Grupo de Contadora ha optado por la mejor solución posible en la coyuntura que afrontaban. Respaldados por el. Grupo de Apoyo -que comprende a Argentina, Brasil, Perú y Uruguay-, han elaborado una nueva versión del acta, presentando fórmulas de compromiso entre las; posiciones encontradas de los diversos países centroamericanos.Desde luego, no es realista abrigar grandes esperanzas sobre la posibilidad, a corto plazo, de la firma solemne del Acta de Contadora y la puesta en funcionamiento de los mecanismos de verificación y control previstos en ella, pero es cierto que la reunión de Panamá ha logrado al menos que la negociación continúe. Se ha superado así la implícita creencia de que la fecha tope del 6 de junio era una especie de ultimátum.
Los tres puntos en los que la nueva versión ofrece vías de compromiso son el de los niveles de armamento en cad a país, el del tránsito de armamentos y el de las manícibras militares con participación extranjera. En el primero se proponen criterios de pretendido carácter objetivo para establecer un "equilibrio razonable de fuerzas". Criterios que han de tener en cuenta tanto las preocupaciones de Nicaragua -que se halla amenazada por EE UU- como el deseo de que no exista un desnivel excesivo en su favor capaz de generar inquietud entre sus vecinos. En este punto tarqbién, la prohibición tajante de la utilización de los territorios nacionales para fuerzas armadas extranjeras, debidamente controlada, será quizá el factor más decisivo para cambiar la situación en la zona centroamericana. En cuanto al epígrafe referido a las maniobras militares, hay una flexibilización de la prohibición absoluta prevista anteriormente.
El futuro de la negociación de Contadora no va a de pender tanto del mayor o menor acierto de la nueva ver sión del acta, sino de un conjunto de circunstancias políticas que están enpleno desarrollo. Estados Unidos dice que su política es apoyar a Contadora, y en estas páginas lo ha reiterado recientemente el secretario de Estado, Shultz. Pero existe en esa política una contradicción insoslayable: el apoyo a la contra no puede presentarse como contribución al éxito de Contadora, porque significa exactamente la negación de algunas de sus estipulaciones más claras y más tajantes. Recordemos que el objetivo común en el que coinciden hoy el Grupo de Contadora y el Grupo de Apoyo es "demostrar la capacidad de América Latina para resolver sus propios problemas", y esto explica el nuevo esfuerzo realizado en Panamá, a pesar de que la fecha del 6 de junio no ha podido ser respetada. Estados Unidos, sin embargo, no da muestras de que esté dispuesto a respetar esas soluciones.
En cambio, es evidente que, si se ponen en marcha o se revitalizan procesos de negociación en la zona centroamericana, pueden representar una contribución de fondo a crear el clima necesario para el éxito de Contadora. En este orden cabe destacar la reciente propuesta del presidente Duarte de reanudar la negociación con la guerrilla. La respuesta ha sido favorable y, a la luz de diversos factores internos, cabe esperar que esta vez las conversaciones sean más fructíferas de lo que ocurrió en 1984. Aunque no haya una relación mecánica, progresos de la reconciliación en El Salvador deberían ayudar a flexibilizar la situación en Nicaragua. En el Acta de Contadora, la reconciliación figura como un punto esencial. La reunión de Panamá nos recuerda que hoy el principal obstáculo a las tendencias a una intervención militar está en la voluntad común de Latinoamérica. Por ello es importante que en esta cuestión, hoy decisiva, el respaldo europeo a América Latina se reafirme con mayor vigor.
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