El sindicato de la Guardia Civil pretende "democratizar el cuerpo, que es un foco de involucionismo y corrupción"
El primer congreso del clandestino Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC), celebrado el pasado 21 de mayo en un hotel de Madrid, decidió como objetivo prioritario "democratizar el cuerpo, que actualmente es un importante foco de involucionismo y corrupción", según declaró a este periódico el secretario de organización del SUGC. El dirigente del citado sindicato, que asegura reunir a cerca de 40.000 guardias civiles de una plantilla total de 63.000, afirmó que han transmitido al Gobierno su deseo de que la Guardia Civil sea desmilitarizada y esté dirigida por un civil.
El secretario de organización del SUGC, en réplica a las recientes declaraciones del presidente del Gobierno en las que negó la existencia del sindicato y consideró que sus miembros, en caso de haberlos, incurrirían en delitos, afirmó: "Felipe González sufre amnesía si nos califica de delincuentes porque nos encontramos ahora en la ilegalidad".El jefe de prensa del Ministerio del Interior, Julio Fernández, consultado por este periódico para solicitar la opinión del departamento sobre el sindicato clandestino [sobre el que el presidente del Gobierno anunció públicamente una investigación], manifestó que "el ministerio no tiene ningún comentario que hacer al respecto".
El secretario de organización del SUGC, localizado por este periódico en Málaga, explicó que el sindicato clandestino de la Guardia Civil comenzó a formarse en 1977 "cuando un importante grupo de funcionarios reclamó el derecho a la Seguridad Social para los miembros del cuerpo, motivo por el cual fueron expulsados y torturados en la dirección general, en Madrid, 50 guardias". "Ese incidente", añade, "fúe el germen del entonces denominado Sindicato Profesional de la Guardia Civil y de lo que ahora es el SUGC, que llevó a cabo su primer congreso el 21 de mayo pasado en un hotel de Madrid, reuniendo allí a 23 sindicalistas de otras tantas provincias españolas".
Primera dirección
El congreso norribre a su primer secretario nacional "que es un oficial de reconocido prestigio" y acordó solicitar a la presidencia del Gobierno la legalización del sindicato, la desmilitarización del cuerpo y el nombramiento de un director civil, como reivindicaciones prioritarias. El núcleo dirigente del sindicato se encuentra en Andalucía, y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) se encarga de gestionar los problemas jurídicos que afectan a los miembros de la Guardia Civil, según dicho miembro del SUGC.
El secretario de organización afirma que a partir de este primer congreso es cuando el SUGC decide lanzarse a la opinión pública y transmitir al Gobierno sus reivindicaciones. El secretario de organización afirma que han enviado por correo sus posturas a la presidencia del Gobierno y han contactado con diferentes grupos políticos, tanto de izquierdas como de derechas con el fin de conseguir apoyo político a sus derechos.
El secretario de organización añade que el propio vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, fue abordado por un guardia civil el pasado mes de junio en Sevilla, quien le preguntó cuándo el Gobierno iba a desmilitarizar a la Guardia Civil. Según la citada fuente, Guerra respondió que la Guardia Civil debería luchar por sus derechos como lo había hecho anteriormente la Policía Nacional.
Tal afirmación, unida a las recientes declaraciones de Felipe González en el sentido de que no estaba convencido de que existiera un sindicato clandestino en la Guardia Civil, y si era así "habrá que investigarlo porque me parece que están cometiendo delitos y deben ser sometidos a los órganos judiciales que correspondan", ha provocado una dura reacción en el sindicato clandestino de la Guardia Civil.
El secretario de organización afirma que "son deplorables las declaraciones de Felipe González sobre un sindicato de talante democrático, y flaco favor le está haciendo a la democracia si nos califica de delincuentes porque estamos en la ilegalidad, situación en la que él se encontraba hace pocos años, especialmente citando nuestra intención primordial es democratizar el cuerpo, que tan implicado está en el involucionismo y en la corrupción COMO se ha demostrado en varias ocasiones".
El secretario de organización añade que "el presidente del Gobierno, Felipe González, debería reconsiderar su postura e investigar y llevar a los tribunales a los mandos de la Guardia Civil que realizan diariamente prácticas ¡legales como pagar con droga a los confidentes, traficar con estupefacientes o dirigir y organizar las acciones terroristas de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación)".
El SUGC ha denunciado "e talante antidemocrático y la deplorable trayectoria antiterrorista del general Andrés Casinello ante su posible nombramiento como director general de la Guardia Civil", y ha acusado a éste de ser "el fundador de los GAL, cuyas pruebas se llevará a los tribunales para que dicta minen las responsabilidades penales a que hubiere lugar".
Además de las reivindicaciones ya mencionadas, el SUGC solicita la dependencia exclusiva del Ministerio del Interior, abandono progresivo de los mandos militares antidemocráticos y de los que no deseen pertenecer a un cuerpo policial, supresión del código disciplinario militar y unificación con la Policía Nacional.
El secretario de organización del SUGC explica que la Guardia Civil, en tiempos de paz, debe depender sólo de Interior, mientras todavía se le sigue aplicando el Código de Justicia Militar y su dependencia de Defensa es innegable.
"Nosotros", añade, "querernos un cuerpo civil, democrático y desmilitarizado, que realice labores policiales y no esté alejado de la realidad de los cuerpos de seguridad que funcionan actualmente en todos los países occidentales". El SUGC reivindica además una enseñanaza adecuada para los miembros de la Guardia Civil y una racionalización de los servicios en jornadas de ocho horas diarias y un máximo de siete servicios nocturnos al mes, así como la supresión de la Mutua Benéfica y Socorros Mutuos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.