Karpoy y Kasparoy acordaron tablas en la décima partida del Mundial
La décima partida de la revancha del mundial de ajedrez que disputan en Londres Gari Kasparov y Anatoli Karpov finalizó ayer en tablas tras una conversación telefónica de los jefes de ambas delegaciones. La partida quedó aplazada el viernes, tras cinco horas de juego, en una posición de claro empate. En opinión de los especialistas, Karpov se defendió correctamente ante la iniciativa que Kasparov mantuvo durante todo el juego, lo que puede contribuir a que el ex campeón recupere su confianza en sí mismo. La undécima partida, de las 24 previstas, se jugará el lunes. El marcador favorece a Kasparov por 5,5-4,5 puntos.En realidad, el empate podría haberse firmado el viernes, varias jugadas antes del aplazamiento, pero Kasparov decidió presionar psicológicamente a su rival y no ofreció tablas hasta ayer por la tarde, una hora antes de la prevista para la reanudación. Poco después, el árbitro principal, Lothar Schmid, de la RFA, se presentó en la sala de prensa para abrir el sobre con la jugada secreta, de Kasparov: 44. R5A.
Popularidad
Este Mundial está ejerciendo gran influencia en la vida social de Londres. La primera ministra, Margaret Thatcher, no se equivocó cuando decidió presidir personalmente la ceremonia de inauguración de la revancha. La expectación que el acontecimiento ha despertado en la capital británica es inferior a la que similares enfrentamientos provocan en Moscú, pero muy superior a las previsiones más optimistas. La organización ha tenido que colocar pantallas de televisión en la entrada del Park Lane Hotel para contentar a los cientos de aficionados que no pueden conseguir entradas, cuyo valor va de las 600 a las 4.000 pesetas.
La popularidad del ajedrez en el Reino Unido, cuya selección logró la medalla de plata en la última Olimpiada, puede comprobarse en la vida cotidiana. Una ópera rock titulada Chess (Ajedrez) y dirigida por el coautor de obras tan famosas como Evita o Jesucristo Superstar se representa con éxito en Londres desde hace tres meses.
En las noches londinenses también predominan el blanco y el negro. Algunas discotecas organizan fiestas especiales a las que se debe acudir con vestimentas de esos colores. Una cafetería permanece abierta hasta el amanecer, ofreciendo a sus clientes juegos de ajedrez para que puedan comentar las incidencias del enfrentamiento entre Karpov y Kasparov.
En la sala de juego la convivencia entre la flema británica y la emoción intrínseca del ajedrez es perfecta. Algunos espectadores ocupan sus sillas frente al escenario provistos de unos auriculares cuyo alquiler les ha costado algo más de 400 pesetas. A través de ellos oyen los comentarios de la partida efectuados por expertos. Otros prefieren sentarse en la sala de conferencias, donde un gran maestro habla durante cinco horas, no sólo comentando la partida en un tablero mural electrónico, sino contestando a las más variadas preguntas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.