Dirigentes del PSOE quieren que Benegas siga en Euskadi, aunque no sea 'lendakari'
La mayor parte de los miembros de la comisión ejecutiva federal del PSOE piensa que su actual secretario de organización, Txiki Benegas, debería permanecer en el País Vasco aun cuando el sistema de pactos que se arbitrase impidiera su nombramiento como lendakari. Así lo manifestaron fuentes socialistas, según las cuales existen "diferentes criterios" a la hora de determinar quién desempeñaría las funciones de organización en el partido en sustitución del actual secretario. Benegas, por su parte, manifestó recientemente que sólo abandonaría su puesto en la comisión ejecutiva federal si resultase elegido presidente del Gobierno vasco.
La secretaría de organización se ha considerado clave en el organigrama socialista. Su importancia se acrecienta si se piensa que exactamente dentro de un año se desarrollará el 31º congreso federal del partido, que será "especialmente importante" para determinar las líneas maestras por las que discurrirá el socialismo español en los años noventa.Benegas había sido designado, igualmente, cabeza del grupo de ideólogos encargados de poner en marcha el debate interno en el partido, que deberá culminar con la redacción de un documento sobre Lo que la sociedad espera de los socialistas en la década de los noventa. El documento será debatido y, en su caso, aprobado en ese 31º congreso. La dedicación que, ante un congreso federal, reclamarán las funciones de organización y la preparación del debate ideológico hace que numerosos miembros de la dirección del PSOE consideren ahora que sería "impresentable" que Benegas continuase compatibilizando sus tareas en el País Vasco, aun como líder de la oposición, con la secretaría federal.
Un miembro de la ejecutiva federal ha llegado a admitir que fue un "error" el nombramiento de Benegas como secretario de organización en el 30º congreso, designación que se realizó sin previa consulta al interesado. A raíz de aquel nombramiento, decisión personal del presidente Felipe González, Benegas hubo de hacer compatibles las funciones como secretario de organización -acudiendo a pacificar varios congresos regionales, entre otras cosas- con su cargo de secretario general del Partido Socialista de Euskadi.
Las discrepancias comienzan a la hora de decidir el nombre de quien se ocuparía de hecho de las funciones de organización (la secretaría no será cubierta formalmente hasta el 31º congreso). El nombre de José Luis Corcuera, recién llegado a la ejecutiva y que fue barajado inicialmente, aún parece contar con el beneplácito de Felipe González, pero suscita la hostilidad de no pocos sectores socialistas, no solamente de los ligados a la UGT.
Estos sectores preferirían que fuesen la vocal Carmen García Bloise, quien ya desempeñó la secretaría de organización antes del 30º congreso, o el propio Guillermo Galeote, actual secretario de imagen y organizador de las campañas electorales, quienes se hiciesen cargo interinamente, hasta el próximo mes de diciembre de 1987, de las tareas de organización del partido. Algunos miembros de la comisión ejecutiva federal admiten privadamente la posibilidad de que, en el 31 congreso, la labor de la dirección socialista desde el anterior congreso se vea sometida a fuertes críticas, provenientes, especial mente, de los llamados barones de las comunidades autónomas.
Algunos de ellos, como el valenciano Joan Lerma o el madrileño Joaquín Leguina, habrán visto, para entonces, revalidada su fuerza gracias a las elecciones autonómicas del próximo mes de junio, y ello aumentará su capacidad de independencia respecto a la dirección federal.
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