Los mineros de Comisiones y UGT de Hunosa se manifestaron por separado en las calles de Madrid
La división sindical fue la nota más característica de la concentración que unos 10.000 mineros de Hunosa llevaron a cabo en Madrid para protestar contra el plan de futuro de la empresa. Durante más de tres horas, los mierobros del SOMA-UGT esperaron inútilmente ante la sede del INI a "los compañeros de CC Oo", que se fueran directamente desde la estación de Chamartín al Ministerio de Industria, donde mantuvieron una reunión con el director general de Minas. Una delegación del SOMA se entrevistó a la misma hora con el presidente del INI.
Los afiliados y simpatizantes del SOMA-UGT, con el secretario general José Ángel Fernández Villa a la cabeza, llegaron a las nueve de la mañana en unos 80 autocares y se concentraron ante la sede dei INI. Fernández Villa pedía caima de euando en cuando y anunciaba que "los compañeros de CC OO se dirigen hacia aquí. En cuanto vengan, nos entrevistaremos con el presidente del INI". Entre los congregados se encontraba Antón Saavedra, secretario general de minería de UGT. La secretaria partícular de Nicolás Redondo, que es asturiana, se desplazó hasta la plaza del Marqués de Salamanca para acompañar a sus paisanos.A las doce de la mañana se supo que el tren fletado por CC OO había llegado hacía rato. Más de 4.000 mineros fueron recibidos por Gerardo Iglesias, Marcelino Camacho y otros dirigentes sindicales y políticos en la estación de Chamartín. De allí, los mineros se dirigieron a la sede del Ministerio de Inclustría, donde una delegación de CC OO -Marelino Camacho, Manuel Nevado, Avelino García, Enemérito Álvarez- se entrevistó con el director general de Minas.
Apolinar Rodríguez, de la ejecutiva confederal de UGT, Fernández Villa y otros dirigentes del sindicatro socialista se reunieron, tras tres horas de espera, con el presidente del INI al que hicieron entrega de la alterriativa preparada por el SOMA-UGT.
Los dirigentes sindicales no pudieron explicar cómo, coincidiendo en las críticas al plan de Hunosa, ambos no habían sido capaces de unir sus protestas. A juzgar por lo que unos y, otros anunciaron tras sus respectivas entrevistas -CC OO en Industria y UGT en el INI-, habían presentado parecidas, si no iguales, peticiones: es necesario actuar sobre Hunosa, pero sin que ello signifique el cierre de pozos o la reducción de plantillas; Hunosa puede salvarse aumentando la producción; cualquier medida que se adopte ha de ser consensuada.
Cuando, a mediodía, la manifestación de los mineros de UGT subía desde la plaza del Marqués de Salamanca, donde se encuentra el INI, por Príncipe de Vergara, la de CC OO bajaba desde el Ministerio de industria por el paseo de la Castellana, separada en paralelo por escasos 1.000 metros.
Prosigue la huelga
El absentismo laberal fue ayer prácticamente total en la empresa minera Hunosa, hecho que viene ocurriendo casi ininterrumpidamente desde el pasado día 16 de febrero, informa Mario Bango desde Oviedo.
Unos 10.000 de los 21.000 trabajadores de la empresa hullera se trasladaron en la noche del miércoles al jueves a Madrid, según fuentes sindicales. El SOMA-UGT fletó más de 80 autobuses; CC OO, un tren especial de 22 unidades y 60 autobuses, y USO, seis autobuses. CC OO ya había advertido el sábado pasado que las inovilizaciones contra el de futuro de la empresa podrían trasladarse a Madrid. Poco después, el SOMA-UGT convocó a sus afiliados para la concentración de ayer en la capital de España, y CC OO, que es la central mayoritaria en la empresa, decidió coincidir en la fecha y lugar con el SOMA "para no dar la imagen de que los mineros estan divididos", según un portavoz.
CC OO y SOMA-UGT, que mantienen posturas divergentes entre ellos, convocaron, siempre por separado, un primer paro de 48 horas para los días 9 y 10 de febrero. El día 26 se registró una huelga general convocada por CC OO, y al día siguiente, otra por el SOMA-UGT. Las dos jornadas terminaron con sendas manifestaciones en Oviedo.
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