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LAS ELECCIONES DEL 10 DE JUNIO

González, dispuesto a negociar la política económica, en un pacto social para toda la legislatura

El presidente del Gobierno, Felipe González, se mostró ayer dispuesto a negociar la política económica en un gran pacto social para los próximos tres años. González recibió a Marcelino Camacho, secretario general de CC OO, y le explicó que el objetivo era conseguir un pacto capaz de conjugar la solidaridad con la competitividad. El dirigente sindical declaró, al finalizar la entrevista, que con este encuentro se había abierto un alto el fuego entre Gobierno y sindicato, aunque aclaró que no veía fácil un acuerdo como el que pretendía el presidente si no había un cambio de política económica.

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Felipe González dibujó ayer el esquema del pacto social que, en su opinión, ha de extenderse a lo largo de los tres años de legislatura. El presidente separó la negociación colectiva -"que compete exclusivamente a sindicatos y patronal y en la que no va a intervenir el Gobierno"- de lo que sería un gran acuerdo que tendría como gran objetivo conseguir hacer compatible una política de solidaridad con una política de competitividad.Todo, según decía González, es negociable. Todo. La creación del Consejo Económico y Social y la política económica, "que cambiaríamos si en las negociaciones se ofrece una alternativa mejor". Porque el presidente se quejó de que se descalifique continuamente la política económica, "pero sin que nunca nos digan qué hay que cambiar en concreto". Y aunque no quiso profundizar demasiado en los contenidos de ese posible pacto, sí dejó entrever que sería más rico que en anteriores acuerdos.

Felipe González explicó ayer a Marcelino Camacho la necesidad de la negociación y la necesidad de abordar conjuntamente los retos de la integración española en la CE. El acuerdo iría en esta línea.

Decía Camacho al término de la entrevista -y Felipe González dio después la misma versión- que el presidente había reconocido que "es cierto que en nuestro país han crecido más las rentas empresariales que las rentas de los trabajadores". "Pero", añadía González, "eso ocurre en todas las economías en expansión. Lo que hay que hacer es conseguir que parte de esos excedentes empresariales se destinen a inversión y modernización".

El presidente se mostró convencido de que "siempre es más fácil aplicar una política económica con el concurso de los interlocutores sociales que en su contra". Pero dejó muy claro que "nadie ha de imponer condiciones previas. Yo no las admito, porque tampoco quiero imponerlas".

La solidaridad

El presidente del Gobierno cree que si fuera posible rebajar las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, eso sería positivo. Pero, en cualquier caso, ha de, ser negociado y discutido. Y cuando se le preguntó qué había de entenderse por un pacto de solidaridad, Felipe González replicó. "Mire usted: solidaridad es, por ejemplo, que el régimen agrario de la Seguridad Social tenga un déficit que soportan otros regímenes, o que las pensiones que hace unos años estaban a 4.000 pesetas estén hoy a 16.000. Pero la solidaridad no sólo se pone en práctica con los Presupuestos Generales del Estado, también puede buscarse en la negociación colectiva, mediante fondos de empleo, de inversión...".

Marcelino Camacho subrayaba después de su entrevista con el presidente que "hay pocas novedades. Ni ellos han dicho que van cambiar su política económica, ni nosotros renunciamos a nuestros planteamientos". Y aunque se declaró pesimista sobre la posibilidad de un acuerdo social a tan largo alcance, afirmó que CC OO se sentaría en las mesas de negociación. Camacho afirmó que "para que sea posible el pacto ha de modificarse la política económica. Y así se lo hemos hecho saber al presidente".

El dirigente de CC OO reiteró que la entrevista se producía en unos momentos en los que "inevitablemente hay que pensar en fines electoralistas". Camacho tuvo duras descalificaciones para las previsiones del ministro de Economía, Carlos Solchaga. "No se le puede tomar en serio; su optimismo contradice los análisis de organismos internacionales".

El líder sindical que mostró un afilado humor en su coloquio con los periodistas, apuntó que no hacía cuestión de principio de que cambiaran o no al ministro de Economía. "Nuestro amigo Redondo dice que él no pide su cese porque sería confirmarlo en el cargo, yo creo que lo que hay que cambiar es la política económica, el ministro lo único que hace es aplicarla, no es el responsable máximo de ella".

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