Los 'errores' de ETA
El atentado que ETA Militar perpetró el pasado viernes en Barcelona, y que ha costado la vida a 17 personas, ha sido "un grave error" cometido por la organización, según un comunicado enviado por este grupo armado a distintos medios de comunicación vascos. Algunos de los atentados con víctimas mortales perpetrados por ETA no llegaron a ser reivindicados con el fin de ocultar que habían sido ejecutados por equivocación. En otros casos, su autoría fue expresamente negada.En 1980 murió tiroteado en, la localidad de Arrona un carrocero abertzale. ETAm reconocio su equivocación. En octubre del mismo año ETA reconoció en un comunicado que había atentado por equivocación contra Enrique Aguinaga, que fue tiroteado por dos jóvenes en su lugar de trabajo en Rentería (Guipúzcoa).
En junio de 1982, el niño de 10 años Alberto Muñagorri resultó gravemente herido al estallar una mochila a la que había dado una patada en Rentería. ETAm dirigió un escrito al diario Egin en el que señalaba que lamentaba el hecho y afirmaba que el error era inherente a la práctica de la lucha armada.
En junio de 1983, el agente de ventas Enrique Vadillo resultó muerto en un atentado que ETAm había ejecutado contra un vehículo de la Guardia Civil en el Alto de Trabakua (Vizcaya). En comunicación telefónicaETAm afirmó que lamentaba la muerte de Vadillo "ante el error circunstancial cometido".
Negar la autoría
En mayo de 1985, la organización armada negó la autoría del asesinato del taxista de la localidad vizcaína de Bermeo Juan José Uriarte, primo del obispo de Bilbao, muerte que provocó una fuerte reacción popular.
En el mes de enero de 1986 resultó herido de gravedad en un atentado el electricista Juan Ignacio Pascual. El joven, que se encontraba con su novia en la localidad vizcaína de Baracaldo, fue tiroteado por tres personas. ETA reconoció, cinco días despues del suceso, que había perpetrado el atentado por error.
En junio de ese año murió en un atentado en San Sebastián el militante comunista Enrique Moreno, de 71 años. ETA, en un comunicado telefónico a Egin, manifestó que la víctima del dramático error respondía a las características de otra persona.
En diciembre del mismo año, ETA colocó una bomba en el coche de Magín Nogueira Rodríguez, cuyo vehículo era similar al de un policía nacional que vivía, cerca de su domicilio, en Baracaldo. La explosión le produjo gravísimas heridas. La organización aseguró en un comunicado que, "tras una minuciosa comprobación", se encontraba en la penosa obligación de reconocer que las graves lesiones producidas a Magín Nogueira han sido producto de una lamentable confusión".
Según un informe publicado por el diario Deia en junio de 1983, entre los años 1977 y 1983 se contabilizaron 33 muertos y más de 160 heridos por errores circunstanciales de ETA. El informe permitía afirmar que una de cada 10 personas asesinadas por ETA es un muerto por error.
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