Del fútbol al desastre nuclear

El jurado de la presente edición (Staba integrado por el editor José Manuel Lara Hernández, los escritores Ricardo Fernández de la Reguera y Antonio Prieto, el crítico literario Carlos Pujol, el catedrático de Estética José María Valverde y el gerente del Grupo Planeta, Manuel Lombardero. 334 obras se presentaron al citado galardón.Doce originales procedían de América del Norte, 17 de Europa (excluída España), 46 de América del Sur y 101 ocultaban incluso su procedencia geográfica. De los tres centenajes largos de originales, sólo 26 novelas llegaron a la final. La Varga ausencia en el palmarés del certamen literario de nombres procedentes de la literatura latinoamericana hizo que, anoche, antes de conocerse el desarrollo de las votaciones, se extendiera el rumor de que este año el Planeta cruzaría el Atlántico. Aventuras, rememoraciones personales y narraciones con base histórica son los temas dominantes de las obras que llegaron a la final del premio Planeta. Muy pocos escritores, de entre los finalistas, concurrieron con su nombre al certamen.

Historia

Entre los que no tomaron esta polémica cautela (ayer mismo, el editor Lara defendió la conveniencia del seudónimo para favorecer el concurso de autores consagrados a los premios literarios) están, por ejemplo: Francisco García Salve (con una obra sobre el ambiente universitario español de los años sesenta y las luchas estudiantiles), Graziella Sáenz de Heredia (que relata la peripecia de una mujer que regresa al pueblo de sus antepasados para reivindicar un antiguo fuero familiar), Bernardo Víctor Carande (que cuenta la historia de un militar de 50 años que vive acuartelado en un desierto) y Carmen Torres Rioja (quien rememora su vida junto al periodista asesinado por ETA José María Portell y prolonga la crónica hasta la actualidad).

Según la editorial patrocinadora, la galería de situaciones descritas en las obras candidatas es variopinta. Hay quien relata los afanes de los directivos de un equipo de fútbol para salvar al club; quien se sirve de una amenaza de terremoto en Granada para describir las tensiones sentimentales y profesionales de un colectivo; quien recupera la figura mítica y literaria de Fantomas y quien describe la sociedad tras un desastre nuclear. El relato con voluntad de crónica histórica o que toma la historia como excusa para una ficción también se ha prodigado entre los candidatos. Gustavo Adolfo Bécquer o la guerra civil española son algunos de estos anzuelos literarios. El SIDA también está presente en el núcleo argumental de una de las obras que alcanzó la final.

Con esta edición, el Premio Planeta cumplió 35 años. En 1952, el premio estaba dotado con 40.000 pesetas. Ana María Matute (1954), Carmen Kurtz (1956), Emilio Romero (1957), Angel María de Lera (1967), Ramón J. Sender (1969), José María Gironella (1971), Jorge Semprún (1977), Juan Marsé (1978), Manuel Vázquez Montalbán (1979), Jesus Fernández Santos (1982), Juan Antonio Vallejo-Nágera (1985) y Terenci Moix (1987) son algunos de los nombres que figuran en el historial.